Xiamen es un puerto húmedo y caliente, ubicado en el sureste de la República Popular China. Es la segunda ciudad con mejor calidad de vida y ostenta ser el campeón como la más romántica de toda China. Es también la sede de King Long, la empresa que construyó los primeros 60 PumaKatari y que ayer entregó la segunda flota de 78 buses "recargados” al Gobierno Autónomo Municipal de La Paz.
Tras el acto oficial, que incluyó una ch’alla andina, los motorizados iniciaron un viaje por mar y tierra, que concluirá en diciembre cuando lleguen a La Paz.
Entre rascacielos de arquitectura caprichosa y modernas autopistas que compiten con la exuberante vegetación y el mar, siempre custodiado por barcos, Xiamen es una de las 10 ciudades chinas con mayor actividad económica. La víspera de la entrega había amenaza de tifón que no preocupaba a la comitiva paceña. "No va a llover”, auguró el concejal Fabián Siñañi después de 36 horas de viaje.
La víspera del acto oficial, en la fábrica King Long de Xiamen, decenas de buses PumaKatari bien formaditos esperaban las últimas pruebas antes de ser embarcados. El amarillo intenso y los diseños tiwanakotas brillaban entre decenas de motorizados que fabrica la King Long en su ciudadela industrial que alberga a 3.500 trabajadores. Pincel y paleta de colores en mano, Jin Lin afina los más mínimos detalles del diseño. Sólo conoce dos palabras paceñas: PumaKatari y ñeq’e, y las repite con sonrisas y pulgares en alto.
Durante los últimos meses, los profesionales paceños Pablo Meneses, Mario Agramont –jefes técnicos de La Paz Bus- y Ricardo Aro -especialista de Fabros, la representante de King Long en Bolivia- han supervisado cada uno de los pasos de la construcción. En este tiempo en China, cuentan, han trabajado duro, han aprendido a apreciar la comida local y han aprendido mucho de sus pares chinos. "Ha valido la pena, ahora los ‘pumas’ se van mejor que nunca para La Paz”, asegura Aro, mecánico graduado de la UMSA.
El lunes, los "pumas” atravesaron otro examen, el final, al someterse al dinamómetro, una especie de tomógrafo que sacude a los buses que están conectados a un sistema informático. "Esta prueba es para determinar la potencia final de las cajas y el troque; también verifica los cuatro sistemas de frenos, el motor y el equipo de refrigeración”, informa serio Meneses, ingeniero mecánico que sigue atento los sensores y sonríe satisfecho.
"Primero se hizo dos prototipos, uno con caja mecánica y otro con caja automática, que fueron enviados a La Paz y para varias pruebas. Con esos resultados se ha construido 80 buses -72 con caja mecánica y ocho, automática- que ahora parten a La Paz”, explica Edward Sánchez, gerente general de La Paz Bus, que es parte de la delegación. Por dentro, los PumaKatari tienen el aroma de esos juguetes que uno descubría ilusionado en Navidad. Huelen a nuevo.
Los buses "recargados”
Entre los cambios visibles hay más asientos preferenciales, son 12 de color amarillo y cinturón de seguridad, a diferencia de la primera flota que tiene cuatro. Además el sitio del anfitrión ha sido cambiado de derecha a izquierda, con el objetivo de acelerar el paso de los pasajeros. Los flamantes "pumas” tienen cinco cámaras de seguridad en circuito cerrado, dos más que la flota en funcionamiento y cuentan con un sistema de monitoreo y seguimiento por GPS incorporado.
Invisibles, hay otras modificaciones: "El bus tiene frenos a tambor y ya no de disco. Son cuatro sistemas independientes de freno, wifi a bordo, sistema audiovisual multimedia integrado, torniquetes y contadores de pasajeros con haz de luz, sensores que detectan y alertan la proximidad de objetos a los cuatro lados del bus, tanque de combustible con capacidad de 450 litros y calefacción interna para los usuarios”, explica Sánchez. También se incorporaron más botones de parada para facilitar el descenso de los usuarios.
Los anfitriones, los ejecutivos de King Long, acompañan las explicaciones. "En King Long hemos asumido los PumaKatari como un proyecto nuestro. Nuestra fábrica trabaja con 120 países y tiene una capacidad de producción de 60.000 buses al año. Somos hombres de buses”, afirma el gerente de comercialización y exportaciones, Jiab Pin. Él fue el primero de quebrar botellas de cerveza y challar a los motorizados antes de su partida.
Ayer, la entrega oficial de los buses contó con la participación del vicealcalde de Xiamen, Zhu Jiangsi, el concejal Fabián Siñani, ejecutivos de King Long, Oscar Farell y trabajadores. No hubo tifón en Xiamen.
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