Según pudo comprobar EL DIARIO en un recorrido por el lugar, son 23 los vehículos que se mantienen en resguardo en el D-1, muchos de ellos con vidrios rotos, raspaduras laterales y abolladuras producto de algún choque. Asimismo, otros tienen basura en su interior y lo que es peor las puertas principales de estos buses se encontraban abiertas, lo que podría dar lugar a que personas ajenas puedan sustraer algún accesorio o parte del equipo de estos motorizados, debido a que en más de una hora de permanencia de la comisión inspectora en este espacio, casi abierto, nadie reclamó ni se percató de esta presencia.
Por su parte, la autoridad del Legislativo dijo que la compra de los buses ha significado una gran inversión para los propios alteños, por lo que se tiene que dar la utilidad correspondiente a los vehículos y brindarles el cuidado y mantenimiento necesarios.
“Lamentablemente, a pesar de que fue un costo alto el que se ha invertido en la compra de estos motorizados, a la fecha todos han quedado abandonados en depósitos y lo peor es que se están deteriorando lo que posteriormente también significará otro monto económico que será necesario para su refacción y funcionamiento, debido a que en el momento muchos de ellos están con raspaduras, abolladuras y, en otros casos, vidrios rotos”, explicó Tarqui.
Otra de las preocupaciones para la autoridad es que de los 60 buses que fueron adquiridos por la gestión municipal anterior, 23 están en este depósito de la zona Santa Rosa, mientras que otra cantidad similar en los garajes de Hansa y otros dos estarían en las dependencias de la Fuerza Aérea Boliviana y finalmente el resto en la Subalcaldía del Distrito Municipal 7.
INFORME
Producto de estas anomalías que están sucediendo con relación a los buses Sariri, vehículos adquiridos para el transporte masivo de ciudadanos a los sectores más alejados de la urbe alteña, el legislador anunció que solicitará un informe con la intención de conocer cuál es realmente el estado en el que se encuentran dichos motorizados y si existe la posibilidad de que en un corto tiempo puedan entrar en funcionamiento.
“Nos tienen que hacer conocer cuál es el verdadero estado de los buses Sariri, porque no puede ser que tanta inversión económica se encuentre abandonada sin que durante los más de cuatro meses que dejaron de funcionar puedan prestar sus servicios para lo que se adquirió y con dinero de cada uno de los alteños”, dijo la autoridad del Legislativo.
Javier Tarqui también hizo conocer que, según un informe que habría dado a conocer por el Ejecutivo, actualmente existe un monto económico de 70 millones de bolivianos que permitirían el relanzamiento de este servicio.
“Nosotros pedimos a la secretaría correspondiente el tratamiento de este tema, que nos hagan conocer cuál es el plan que tienen para este relanzamiento, porque estamos cerca de cuatro meses de esta gestión y la población necesita de estos buses de transporte masivo”, finalizó el concejal.
ALCALDESA
Por su parte, la alcaldesa Soledad Chapetón confirmó que algunos de los buses necesitan reparaciones, además, informó que el servicio deberá cambiar el nombre que llevan hasta la fecha debido a que una entidad bancaria ganó un proceso que los adueña del denominativo.
“Tenemos que hacer una precisión de cuál es la razón por la que estas movilidades están en este garaje, hay varios (vehículos) que tienen desperfectos y es evidente que necesitamos tener un relevamiento de información”, afirmó Chapetón en conferencia de prensa.
“El bus necesita tener otro nombre porque el Banco Unión ha ganado el proceso frente al nombre del bus. También estamos iniciando un proceso judicial por irresponsabilidad e incumplimiento de deberes de la anterior gestión encabezada por el exalcalde Edgar Patana”, agregó.
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