Chuquisaca Estudio: Micros municipales deben apoyar al transporte

CIFRAS

1.200 buses se calcula que están afiliados a los dos sindicatos que prestan el servicio de transporte público en Sucre, según los responsables de la investigación realizada por la Universidad San Francisco Xavier.
43.5 por ciento de los usuarios encuestados para el estudio del equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales considera que el estado de los micros en Sucre es “malo”.

Un equipo de docentes y universitarios de San Francisco Xavier hizo un trabajo de investigación con el objetivo de que sirva como base de negociación ante el pedido de incremento de tarifas. La mayoría de los usuarios califica el servicio de transporte público urbano como “regular” o “malo”. Los choferes arguyen que lo recaudado diariamente no les alcanza para cubrir los gastos de mantenimiento de sus vehículos.

Un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca revela que la mayoría de la población está de acuerdo con la implementación de microbuses municipales, como apoyo al transporte público de Sucre, y sugiere además que sea gratuito para niños y adultos mayores.

Por ahora, el incremento de las tarifas solicitado por los choferes que prestan el servicio de transporte público urbano continúa en suspenso. Se trata de un tema espinoso ya que los dos actores involucrados —choferes y usuarios— mantienen una posición encontrada: los primeros sustentan su pedido arguyendo, entre otros aspectos, los gastos de mantenimiento de sus vehículos, mientras que los segundos rechazan esa posibilidad alegando que el servicio prestado es, en general, malo o regular.

El estudio
Para tener un instrumento de negociación entre la Alcaldía, las juntas vecinales y los sindicatos de micros Sucre y San Cristóbal, un grupo de docentes y estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de San Francisco Xavier prepararon el denominado “Estudio de análisis de costos, ingresos y satisfacción del transporte público”.

Los profesores a cargo del trabajo son: Iván Tolabi, Grissel Rengel, Patricia Daza, Mauricio Del Río, Ana Rosa Díaz y Caleb Bayo. Ellos contaron con el apoyo de un centenar de estudiantes universitarios.

“El objetivo es que los tres sectores involucrados puedan sentarse a dialogar y llegar a un consenso sobre las tarifas mediante este estudio objetivo e imparcial sobre el costo del transporte público”, explica a CAPITALES la docente Grissel Rengel.

El estudio analiza los costos del servicio de transporte de los sindicatos “San Cristóbal” (números) y “Sucre” (letras) y expone la percepción que tienen los usuarios acerca del servicio de transporte público de microbuses en la capital.

En este sentido, los investigadores trabajaron con una muestra de 228.497 personas de seis años para arriba, explica, por su parte, Iván Tolabi.

Técnicas
Según Mauricio Del Río, se utilizaron varias técnicas de recopilación de información, por ejemplo encuestas, movilizando a 100 universitarios. Cada uno de ellos tenía la tarea de acompañar el trayecto de un micro durante todo el día, desde las 6:00 hasta las 18:00, y registrar la cantidad de pasajeros que ingresaba con la tarifa correspondiente.

Otro grupo de estudiantes ingresó a los micros en horario nocturno, en puntos estratégicos como las paradas, donde los conductores dejan de cumplir la ruta y transportan directamente a los pasajeros del centro a la periferia.

“Paralelamente, los docentes a cargo de los grupos focales conversamos con los transportistas sobre la vialidad, el tráfico, los costos, y lo mismo hicieron con los usuarios quienes manifestaron criterios respecto a los horarios, la atención al cliente y otros aspectos. También utilizamos la entrevista aleatoria con ciertos miembros de los dos sindicatos de micros y los usuarios”, complementa Ana Rosa Díaz.

El levantamiento de información se desarrolló en octubre del año pasado, cuando el movimiento en la ciudad era regular, es decir cuando los estudiantes estaban en clases.

El estudio realizado por la Facultad de Ciencias Económicas estima que en Sucre trabajan 1.200 microbuses, afiliados a los sindicatos San Cristóbal y Sucre, de los cuales el 74.4% es conducido por sus propietarios en tanto que el 25.6% contrata a choferes, informa Caleb Bayo.

“Uno de los primeros aspectos en ser visualizados es que los usuarios que utilizan con mayor frecuencia el servicio de transporte público son universitarios y adultos”, señala la docente Patricia Daza, también parte del equipo investigador.

Los usuarios
Los usuarios consultados dijeron no estar de acuerdo con un incremento en el precio de los pasajes mientras no haya cambios en el actual servicio.
Tras evaluar la seguridad, la comodidad, la limpieza, la amabilidad, el costo del transporte, la percepción del servicio y el estado del vehículo, la mayoría lo calificó como “regular” o “malo”.

Los transportistas
Los propietarios y conductores de microbuses a los que llegó este estudio dicen que el servicio que prestan no es rentable para sus familias. De acuerdo con su criterio, pese a trabajar un promedio de 12 horas, los ingresos diarios no cubren la totalidad de los gastos de mantenimiento.

También aseguran que constantemente son maltratados por los usuarios y que la gente quiere bajar si es posible en la puerta de su casa, sin respetar las paradas establecidas.

CEDEN EL ASIENTO PREFERENCIAL…
En el trabajo realizado por docentes y estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad San Francisco Xavier se pudo evidenciar que los usuarios, por lo general, ceden el asiento preferencial a personas de la tercera edad y a mujeres embarazadas. En la investigación también se observó cuál es el comportamiento, tanto de los pasajeros como de los conductores, respecto al cumplimiento de las normas durante el recorrido de los micros. “…muchos conductores del servicio público cumplen con las normas de tránsito sin dejar de lado que algunos no respetan las mismas, como los pasos de cebra y semáforos”, dice textualmente el estudio al respecto.

2.600 bolivianos mensuales Es la ganancia líquida mensual que obtienen los transportistas después de gastar Bs 11.000 en combustible, cambio de aceite, llantas y otros, según el estudio realizado por el equipo de investigadores de la Universidad.

PARA CONOCER
TARIFAS. El 50% de los usuarios opina que el costo del transporte es “bueno”, 8.5% “muy bueno”, 33.3% “regular”, 6.3% “malo” y 2% “muy malo”.
MODIFICACIÓN. Desde el año 2006 que no se modifican las tarifas de micros en Sucre.
ESTADO. El 43.5% de los consultados dice que el estado de los micros es “malo”, 29% lo califica como “regular” y el 23.8% “muy malo”. Solo el 3.5% lo considera “bueno”.
MODELOS. Por la seguridad de los usuarios, en los sindicatos de micros indican que solo está aceptada la circulación de vehículos con modelos superiores al año 1983.
CAMBIO DE LLANTAS. Una vez al año si compran llantas de industria japonesa y cuatro veces al año si son de industria china; todos prefieren las que duran más.
VALORACIÓN. Los transportistas consideran que los usuarios no valoran su trabajo.

Conclusiones generales del estudio

* Todos los participantes del estudio concuerdan en que no se debe incrementar el precio de los pasajes hasta que mejore el servicio.

* Conductores de microbuses y pasajeros coinciden en que no se respeta el precio de los pasajes. Por ejemplo, personas mayores pagan como universitarios.

* Los conductores no respetan los horarios ni las rutas.

* Los pasajeros ensucian los microbuses porque no se instalan basureros en su interior.

* Los pasajeros están interesados en la implementación del pago con tarjeta electrónica.

* Los usuarios concuerdan en que el servicio de transporte en Sucre es deficiente al compararlo con el de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba, pese a que el parque automotor de micros es relativamente nuevo comparado con el de otras ciudades.

* La mayoría de los participantes desea que el Gobierno Municipal de Sucre implemente los microbuses municipales, como apoyo al transporte público y sugiere que sea gratuito para niños y adultos mayores.

* Ninguno encuentra diferencia entre los sindicatos San Cristóbal y Sucre.

* Proponen el uso de paradas establecidas.

* Los usuarios piden que no se sobrepase el cupo de pasajeros sentados, es decir, que se respete la capacidad de pasajeros de un microbús.

* Plantean la implementación de un sistema de turnos por parte de los sindicatos. Por ejemplo el sindicato A se haría cargo del turno mañana (6:00 a 13:00) y el sindicato B, del turno tarde (13:00 a 22:00). Se podría rotar cada mes.

* Así como existen malos conductores de micros, hay otros que son buenos, pero pocos.

* En el estudio se evidenció que hay maltrato hacia los conductores por parte de algunos pasajeros.

* Se propone volver al sistema de control por tarjetas de microbuses.


Percepción de los choferes respecto a su actividad

* El servicio que prestan los micreros no es rentable para sus familias. Muchos invirtieron entre 30.000 y 40.000 dólares, monto que no pudieron recuperar.

* La mayoría de los vehículos son de marca Nissan – Civilian. El mantenimiento y los repuestos son más baratos respecto a otras marcas.

* Los ingresos diarios no cubren los gastos de mantenimiento en su totalidad, razón por la cual solicitan que el Gobierno Municipal de Sucre provea un kit de repuestos en general y llantas con liberación de impuestos.

* Al momento de brindar el servicio de transporte se presentan gastos imprevistos, accidentes y choques, mismos que no son cubiertos por el SOAT.
* No utilizan como combustible el gas, porque es un elemento más volátil. Por eso usan de combustible al diesel.

* El uso y cambio de aceite se realiza al límite con el objetivo de bajar costos, controlando un aproximado de 25 días de cambio.

* Existen rutas largas y cortas. En las largas dan entre tres y cuatro vueltas; en las cortas, entre cinco y siete.

* Contar con puntos de control representa costos para cubrir todos los beneficios sociales del personal a cargo. Además, le restan importancia porque el tráfico hace imposible llegar a las paradas en los tiempos previstos.