En el recorrido realizado por OPINIÓN, durante dos horas, se evidencia que cinco choferes de micros, trufis y taxitrufis del transporte urbano vulneran al menos cinco normas municipales: no recogen a los pasajeros en paradas establecidas, no respetan la tarifa de pasajes, hablan por celular mientras conducen, no usan cinturón de seguridad, mantienen sus puertas abiertas y no tienen basureros, entre otras.
Ni Vialidad Urbana ni Tránsito sanciona el incumplimiento de las reglas vigentes, pese a que existen penas económicas.
FALTAS El micro sigue por la calle 25 de Mayo hasta llegar a la Punata. En las 11 cuadras de recorrido, el conductor, quien no usa cinturón de seguridad, se detiene constantemente en medio de la calle para dejar y recoger pasajeros.
A la altura de la avenida Barrientos, las faltas de Tránsito se suman. Los carros se estacionan en doble vía a vista y paciencia de dos gendarmes de Tránsito.
Si bien el recorrido hasta “La “Cancha” fue lento por la congestión vehicular y por la invasión de los comerciantes hasta la calzada, una vez superado el obstáculo el chofer emprende gran velocidad (más de 35 kilómetros por hora) hasta la altura de El Arco.
Otras irregularidades identificadas son la falta de basureros, mantener las puertas abiertas y distraerse mientras conduce.
En el Reglamento Municipal para el Servicio de Transporte Público de Pasajeros, en actual vigencia, se establecen las obligaciones de los conductores: deben cuidar su aseo y la limpieza del vehículo, tienen que brindar trato cordial y educado a los usuarios, utilizar el cinturón de seguridad, mantener la puerta cerrada del carro cuando esté en movimiento. Tienen que detener el vehículo únicamente en los lugares señalizados como parada, cerca del cordón de acera.
La misma norma fija límites de velocidad, máximo 35 kilómetros por hora en las vías de ingreso a la ciudad y 10, en zonas escolar, militar y policial.
Al regreso a la ciudad a bordo de un trufi tipo Coaster de la línea 1, desde la avenida Petrolera, se ratifica la vulneración del reglamento, en las avenidas Barrientos y 6 de Agosto, el conductor se detiene en medio de la ruta poniendo en riesgo la integridad de los usuarios. En la Ayacucho no se respeta ninguna de las paradas señaladas y los pasajeros no dan cambio de 2 bolivianos, pese a que la tarifa establecida es 1.90.
Estas irregularidades vulneran el Reglamento Municipal de Sistema Regulado de Estacionamiento en Vías Públicas de la Ciudad de Cochabamba y el Decreto Municipal 03/2014 de tarifa de pasajes. Los cobros indebidos de pasajes son penados con una multa de 100 bolivianos, lo mismo que el estacionamiento fuera de las paradas.
El director de Movilidad Urbana de la Alcaldía, Hever Rojas, aclara que todas las infracciones deben ser sancionadas. Admite que existen pocos funcionarios para el control, pero el número de guardias de Movilidad Urbana será incrementado de 25 a 185, para realizar una mejor vigilancia.
En lo que va del año solo siete conductores fueron sancionados por cobros indebidos de pasaje.
Recuerda a la población realizar la denuncia a la línea telefónica 4558030 (interno 4319). Las víctimas de abusos de los conductores deben explicar cuál es la infracción e identificar la línea y placa del vehículo.
Pese a la prohibición del uso de celulares, un conductor de la línea Q charla por su móvil, a pesar de la situación caótica de su ruta.
El Decreto Municipal 044/2015 establece que no se puede usar el celular, ni siquiera a través de dispositivos manos libres, para contestar o realizar llamadas. Tampoco se permite enviar mensajes, imágenes u otros archivos. Las multas alcanzan hasta un salario mínimo nacional, 1.656 bolivianos.
Son las 11.00 de la mañana, el caos continúa y nadie pone orden a los transportistas.
Opiniones.
Isabel Rojas
Comunicadora
Los transportistas no ofrecen buen servicio. Son déspotas y maltratan a los pasajeros. Sus vehículos están muy viejos. No respetan los horarios ni sus rutas. Incumplen las normas de tránsito, cruzan las vías en rojo y usan celular mientras manejan.
Mónica Olmos
Comunicadora
Los choferes de micros, trufis y taxitrufis son los generadores de caos. Son poco respetuosos de la señalización, no se someten a las normas como todos los mortales. Aunque es masivo es poco efectivo y sus unidades son viejas. Necesitamos una reingeniería.
Gonzalo Maldonado
Ingeniero civil
El transporte público requiere regular y controlar que se cumplan los reglamentos de la Ley de Transporte.
No tienen vehículos en buen estado técnico, no respetan las paradas ni al usuario y descuidan la limpieza.
Edwin Jiménez
Concejal
Existe una normativa clara para ordenar el servicio de transporte público pero no se la hace cumplir. Al desorden de los choferes se suma la indisciplina de los usuarios quienes hacen parar los buses o micros en cualquier sitio, sin respetar las paradas.
Rolando Tellería
Concejal
Es una realidad que los conductores incumplen algunas normas, como el pasaje diferenciado de los escolares, universitarios y personas de la tercera edad. Como sector estamos organizando talleres de socialización para mejorar el servicio.
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