Los propietarios de vehículos de servicio público eligen o crean los mensajes que plasman en las lunetas (vidrios de la parte posterior) y están relacionados a diferentes motivaciones como lo reflejan frases como ‘Hoy salí con Dios si no vuelvo me fui con él’ o ‘No me sigas porque estoy perdido’. Un sicólogo explica que buscan enviar un mensaje.
Un recorrido realizado por este medio en las ciudades de La Paz y El Alto encontró diferentes mensajes inscritos con material de vinil, plástico en forma de lamina termoadhesiva, de variadas formas, color y tamaño en la parte posterior de minibuses y micros que prestan servicio público. El costo fluctúa entre 10 bolivianos y 45 bolivianos.
‘Hérculesbuss: veloz y fuerte’, es una frase de vivos dorados que se lee en la luneta del motorizado de Valentín Tapia, afiliado al Sindicato Simón Bolívar. “Mi minibús tiene 70 caballos de fuerza y representa la fuerza de Hércules (héroe de la mitología clásica) y carga hasta 22 pasajeros bien sentados”, explica para justificar la inscripción.
El psicólogo Carlos Velázquez explicó que no son más que mensajes que la gente quiere manifestar a otras personas. “Es por ello que lo hacen público. Es como pintar un graffiti”, explicó e interpretó uno de ellos: “‘Cuatro balazos, ningún hachazo’, indica que la persona se siente fuerte ante el otro. Me han dicho cosas y no me importa no le prestó importancia: un balazo es una pequeña cosa”.
Son hechos en vinil. Sergio Apaza, propietario de la tienda de revestimiento Edwhays Apaza, señaló que la mayoría de los propietarios traen ya un lema, aunque también “me piden que les muestre las frases que tenemos en la tienda y escogen uno”. Incluso algunas veces nos piden que nos inventemos rimas, sostuvo.
Entre otros encontrados reflejados en los motorizados están ‘Tú envidia es el camino a mi bendición’; ‘Sigo siendo el rey’; ‘Dos más y nos vamos’; ‘Ya no tomes hermanos comparte algo bonito’; ‘Para todos hay, menos para el envidioso’. La mayoría de los 20 choferes consultados es asalariado por lo que no pudo explicar las frases en el motorizado.
Tapia informó que el precio de las letras varía “dependiendo del tamaño, no tanto el color”. Las letras de 3 a 4 centímetros tienen un costo de 10 bolivianos a 20 bolivianos con vinil sencillo, mientras que los que sobrepasan este promedio de tamaño y las solicitan con brillos llegan a costar de 40 a 45 bolivianos.
“Todo es computarizado, primero se trabaja en base a un diseño seguidamente este la pasamos a una máquina plotter y por último a la trasquiladora y ya”. Es cuestión de 15 minutos”, explicó.
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