La Alcaldía reportó daños en un par de buses, por rayaduras y raspones.
Los reclamos para subir y bajar de los buses PumaKatari, por la restricción del uso de paradas, es uno de los problemas más comunes con que se topan choferes y anfitriones, ya que hay gente que aún no se acostumbra al uso de las mismas, e incluso proponen instalar algunas paradas intermedias.
En sus dos primeros días de circulación, el Servicio de Transporte Municipal (Setram) ya registró los primeros daños a sus motorizados, los cuales tienen que ver, principalmente con el pintado de los asientos.
Las puertas no se abren. El timbre suena, pero antes de alcanzar su siguiente parada, una mujer levanta la voz para pedir bajar en la esquina. La anfitriona le explica que los buses PumaKatari sólo se detienen en las paradas establecidas, para bajar o subir pasajeros. Éstas están señalizadas con un totem (con dos luces) o con los carteles verdes que tienen la letra "P".
Pese a que fueron dos días de prueba, en los que hubo flexibilidad con el pago de pasajes, los choferes fueron estrictos en el recojo de pasajeros y en el control de su descenso. Las puertas del medio sólo se abrieron en las paradas y, debido a que un molinete bloquea la puerta delantera, algunas personas que insistían en bajar, tuvieron que resignarse hasta llegar a la parada siguiente.
"Creo que la anterior parada me dejaba más cerca", señaló una señorita, resignada, por las tres cuadras que volverá a caminar. "¿No se puede aprovechar la luz roja?", dijo más adelante otra señora, quien con una sonrisa, mostraba que ya conocía la respuesta.
LA EXISTENCIA DE CALLES ANGOSTAS, TAMBIÉN HACE IMPOSIBLE QUE LAS SILLAS DE RUEDAS PUEDAN USAR TODAS LAS PARADAS.
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