Monday, March 10, 2014

Santa Cruz Minibuses vetados ingresan hasta el centro de la ciudad

Se tardan ocho minutos recorrer en minibús con pasajeros el tramo entre el séptimo anillo y la avenida Virgen de Luján hasta el mercado Mutualista, pues los conductores imprimen gran velocidad en el sector del Parque Industrial y en la nueva vía que bordea el Parque Lineal Mutualista o Cambódromo.

Estos vehículos, que son usados para transportar más de 10 pasajeros provenientes de los barrios periféricos, de nuevas urbanizaciones y de municipios vecinos, cada día invaden las avenidas de la capital cruceña pese a estar prohibidos mediante la ordenanza 011/92, del 6 de marzo de 1992, en la primera gestión del alcalde Percy Fernández.

El motivo de la suspensión fue por la alta incidencia de accidentes de tránsito que protagonizaban, pues en la época fueron conocidos como ‘misiles’, debido a la gran velocidad que imprimían los conductores.

Las rutas

En el distrito 6 (Pampa de la Isla) los minibuses prestan servicio desde los barrios y urbanizaciones Dorado Norte, San Francisco, San Jorge, San Cayetano y Clara Serrano, entre otros, pasando por las avenidas Virgen de Luján y El Dorado hasta el mercado Mutualista.

También provienen desde Las Piedades, barrio en disputa entre los municipios de Santa Cruz de la Sierra y Cotoca, cuya parada final es la calle Campero casi Arenales, en el mercado Los Pozos; y del barrio Toborochi Norte hasta el Avión Pirata.

De igual manera, en el distrito 9 hay servicio desde los barrios Las Américas y Viva Blooming con parada final en la rotonda de la avenida Cañoto y calle Mercado.

En la zona del Plan Tres Mil hay servicio entre barrios situados dentro del distrito con rutas desde el mercado de la rotonda (El Mechero) hasta El Recreo (final del cañaveral de San Aurelio), El Quior, Guapurú y otras urbanizaciones; aunque también llegan hasta La Ramada.

Lo mismo sucede desde el microcentro de la Villa Primero de Mayo de donde parten los minibuses hacia los barrios apegados al municipio de Cotoca y a los mercados del centro de la ciudad.

Además, prestan similar servicio en los distritos 10 y 12.

A estos se deben agregar los vehículos que dan servicio hacia los barrios situados en los municipios vecinos los cuales están muy ligados a la capital, como Pentaguazú, Satélite Norte o Valle Sánchez, en Warnes; y otros de La Guardia y Cotoca cuyo objetivo es llegar hasta los grandes mercados como Los Pozos, La Ramada, Abasto y Mutualista.

El viaje

No es tan fácil tomar un minibús en la avenida Virgen de Luján, pues vienen llenos de pasajeros desde los barrios de origen. Un periodista de EL DEBER abordó uno de estos vehículos provenientes de El Dorado Norte, en el séptimo anillo y Virgen de Luján. El precio es de Bs 2, pero no hay tarifa diferenciada para escolares, universitarios ni menores de edad.

El motorizado, con demasiado uso, fue adaptado para llevar 13 pasajeros, sin contar el chofer, cuando su diseño original es para 10. Los usuarios se acomodaban como podían en el estrecho espacio que hay entre las hileras de asientos, pero una mujer llevaba en su regazo a una niña.

El aseo deja mucho que desear y los vidrios solo se pueden recorrer en las dos ventanas de la mitad del vehículo, los demás pasajeros deben soportar el calor agobiante.

El recorrido fue casi violento, pues al llegar al sexto anillo que pasa por el Parque Industrial el chofer comenzó una carrera desenfrenada pasando a los demás motorizados. Los pasajeros bajaron en tres enviones y al final el minibús llegó al tercer anillo externo del mercado Mutualista, donde de inmediato se llenó de usuarios.

Acusaciones

Este tipo de transporte público no deja dormir tranquilo a los choferes sindicalizados, pues su máximo ejecutivo, Mario Guerrero, culpa a las autoridades municipales de otorgar permisos para que funcionen, incluso en las rutas de los barrios asignadas a los micros.

“Este servicio informal no es controlado, mientras que nos piden que los micros sean nuevos y con mayor capacidad”, anotó Guerrero.

Sin embargo, el concejal Rómmel Pórcel aseguró que la comuna no apoya a los minibuses, pues incluso el Concejo Municipal aprobó una resolución pidiendo que se acate la ordenanza 011/92. “Desde la próxima semana los fiscalizadores de Tráfico y Transporte con los agentes de Tránsito deben retirar de circulación esos motorizados”, refirió Pórcel.

A su turno, el director de Tráfico y Transporte, Roberto Higazy, dijo que el Concejo debe aprobar una ley para que se los sancione con un salario mínimo. “Las últimas semanas envié notas a Tránsito para que repliegue a estos motorizados, pero no hubo respuesta”, acotó.

El director de Tránsito, Carlos Ovando, malhumorado respondió que no es su tarea ordenar el repliegue de los vehículos, sino dar seguridad a los funcionarios municipales para que realicen su tarea.

Ante la oposición que hay los dueños de estos motorizados fueron escuetos al decir que así se ganan la vida y que no pueden coartarles el derecho al trabajo

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