Monday, March 17, 2014

Desde Minasa, la ‘ruta al norte’ tiene baches de hasta dos metros



A la avenida Ramiro Castillo, entre el barrio de Minasa y la tranca de Urujara, le falta señalización, carece de cunetas, tiene tramos sin aceras, al menos 13 baches de entre 35 centímetros a dos metros de diámetro y diez puntos con ondulaciones y deformaciones, constató La Razón.

La arteria, que es considerada como el inicio del Corredor Norte, que vincula a la ciudad de La Paz con el norte paceño y los departamentos de Beni y Pando, presenta las mayores dificultades en el barrio de Chuquiaguillo. La falta de mantenimiento ocasionó la molestia de los vecinos porque da mal aspecto a la ciudad y daña los vehículos de los choferes que transitan por ese sector.

“El que esta vía esté en buenas condiciones es parte de la imagen de la ciudad de La Paz, es decir, por aquí llegan los habitantes de Pando, Beni y los turistas, y ven esto en plena ciudad. Es una pena, parece que la Alcaldía (de La Paz) no se está poniendo las pilas para trabajar”, protestó el presidente de la junta vecinal de Chuquiaguillo, Edwin Machaca.

Esta avenida comienza en la Plaza del Maestro y a la altura de la extranca de Kalajahuira empalma con el camino hacia el norte.

Este diario hizo un recorrido por esta arteria y desde la Terminal Provisional de Minasa —ubicada entre Villa Fátima y Villa El Carmen— hasta la tranca de Urujara contó al menos 13 sitios con baches, que tienen desde 35 centímetros hasta dos metros de diámetro.

Para sortear los huecos, en la calle 10 de Chuquiaguillo los choferes deben hacer maniobras peligrosas, sobre todo cuando se incrementa la circulación de coches.

Cerca de ese punto se encuentra la intersección que une la avenida Castillo con la Periférica.

En este tramo, que está a las faldas de un cerro, hay hasta cinco baches, los cuales complican la circulación de los motorizados que llegan desde la tranca de Urujara. Además, en los extremos, las barandas que protegían el paso de los peatones, a falta de aceras, comenzaron a desaparecer y se pueden apreciar rajaduras en los cordones que los soportan.

La avenida Castillo no solo es una conexión hacia Beni y Pando, también es una arteria por la que transitan al año cientos de turistas que quieren conocer los Yungas o practicar los descensos en bicicleta desde la Cumbre por la llamada “carretera de la muerte”.

De la terminal de Minasa, que es administrada por el Gobierno Municipal de La Paz, a diario salen entre 250 a 300 vehículos —buses, minibuses y carrys— del transporte público. En días excepcionales, como los feriados, la cantidad de motorizados puede llegar incluso hasta 500. A esa cifra se debe sumar los vehículos de alto tonelaje que trasladan carga, los de las agencias de turismo y los minibuses y carrys del transporte público urbano.

“Como esta zona tiene sectores empinados, cuando llueve toda la precipitación se escurre hacia las vías por la falta de cunetas, problema que se arrastra desde hace mucho tiempo”, agregó el dirigente vecinal.

Desde la primera calle de Chuquiaguillo se observa que la concurrida arteria tiene trechos donde no hay aceras y menos cunetas, deficiencia que en época de lluvias ocasiona el deterioro del asfalto desde los costados al centro, y que los sitios donde tendrían que estar las aceras se conviertan en barrizales. Esta situación está presente también en el barrio de Kalajahuira, donde se puede incluso observar material de arrastre sobre la carpeta asfáltica.

Andrés Patón, ejecutivo de Sindicato de los Volantes a Yungas, señaló que antes, cuando la tranca hacia el norte estaba en Chuquiaguillo (extranca Kalajahuira), la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) se hacía cargo del mantenimiento de todo el tramo, pero como fue trasladada a Urujara, la ABC se encarga desde ese punto hacia adelante.

“En este caso, es el gobierno municipal el que tendría que realizar el bacheo de la vía hasta la tranca; pero, por el conflicto de límites, a nosotros nos confunden y ninguna de las autoridades hace nada”, reclamó.

Daños. Según el dirigente transportista, los muñones y los muelles de sus vehículos son los que salen dañados cuando deben atravesar los obstáculos en la arteria citada.

Jorge Choque, conductor de minibús del Sindicato Señor de Mayo, que presta el servicio de transporte urbano, coincidió en el detalle de los daños que ocasionan a los motorizados los baches y deformidades, y anotó otro problema: la falta de señalización que hace que la vía sea peligrosa, sobre todo en horario nocturno.

La avenida Castillo, desde la terminal de Minasa, tiene aproximadamente 6,5 kilómetros. En el techo que cruza Villa El Carmen hay cunetas y algún tipo de señalización horizontal y vertical. Sin embargo, en Chuquiaguillo y Kalajahuira no existe ninguna.

“Se nota a simple vista que en Chuquiaguillo la vía está en muy mal estado. He visto cómo los choferes hacen peripecias para transitar, lo que incomoda no solo a los choferes sino a los pasajeros”, apuntó.

En las noches, los vehículos de transporte interprovincial, interdepartamental y de carga circulan con las luces altas, lo que encandila a los choferes de minibús. “Hemos hecho una solicitud para que la Alcaldía venga a inspeccionar la vía, lo han hecho, pero no sabemos cuándo iniciará los trabajos”, agregó Choque. Alcaldía reasfaltará este año parte de la Castillo

Guadalupe Tapia El Gobierno Municipal de La Paz reasfaltará y mejorará la avenida Ramiro Castillo, desde el puente Minasa hasta la intersección con la avenida Periférica, informó el subalcalde del macrodistrito que da el nombre a la última vía, Isaac Fernández.

Esta avenida comienza en la Plaza del Maestro y a la altura de la extranca de Kalajahuira empalma con el camino hacia el norte.

“Debido a que en el sector hay descenso de agua de los cerros y negocios de lavado de coches que no tienen drenajes, se han producido problemas en la carpeta asfáltica, lo que derivó en la generación de baches; sin embargo, este año haremos la intervención”, agregó.

Actualmente, la avenida presenta ondulaciones, deformaciones, desgaste y al menos 13 baches con huecos de hasta dos metros de diámetro. Fernández explicó que en la parte de la vía que atraviesa el barrio de Chuquiaguillo hay una distancia entre las aceras y la carpeta asfáltica de hasta tres metros, problema que se espera resolver con los trabajos proyectados. También reconoció que hay puntos que carecen de cunetas.

“Se hará una mejora integral de la vía hasta la intersección con la avenida Periférica. En el sector, la Dirección Especial de Gestión Integral de Riesgos (DEGIR) está realizando el análisis del suelo”, explicó.

El proyecto de refacción está en manos de la Dirección Especial de Movilidad, Transporte y Vialidad. Se prevé que el trabajo comience el segundo semestre de este año.

Consultado sobre cuándo se realizará la refacción del tramo de la vía que cruza el barrio de Kalajahuira, Fernández anunció que se trabajará por etapas, ya que por ahora no tienen el presupuesto para hacer la refacción integral de la arteria. Además, recordó que como esta avenida es parte de la Red Vial Fundamental, se debe coordinar con la Administradora Boliviana de Carreteras.

D-13, con falencias de agua y transporte

Guadalupe Tapia

Los barrios de Minasa, Villa El Carmen, Chuquiaguillo, Periférica, Kalajahurira, por donde pasa la Red Vial Fundamental N° 3, pertenecen al Distrito 13 (D-13) de La Paz, que agrupa a otros 48 barrios que tienen problemas en la dotación de agua potable y el servicio de transporte público.

El 13 de agosto del año pasado, el distrito se movilizó y bloqueó distintas vías, principalmente la carretera hacia Los Yungas, para lograr que el Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA) y el Gobierno Municipal de La Paz se comprometan a trabajar en la ejecución del Sistema de Agua Potable Chuquiaguillo.

Entre tanto, el 4 de febrero de este año, el mismo sector se movilizó contra 11 líneas de minibuses que realizan el recorrido La Paz-El Alto, a las que acusan de abandonar pasajeros, de dejarles sin servicio desde las 19.00 y de cobros excesivos, entre otros.

Advertencia. En ambas movilizaciones, el principal problema fue el bloqueo a la ruta al norte que perjudicó a centenares de pasajeros. Si bien el Concejo Municipal de La Paz aprobó una ordenanza de expulsión de esas líneas, éstas continúan operando.

“Pese a que nos movilizamos, no nos hicieron caso. Parece que el bienestar de estos barrios no es prioridad para la Alcaldía y no quedará otra que volvernos a movilizar”, advirtió el presidente de la junta vecinal de Chuquiaguillo, Edwin Machaca.

Para el dirigente del D-13, Mario Condori, las dos movilizaciones son señal de que los vecinos no están dispuestos a soportar el rezago en el desarrollo.

“Hay una molestia porque hace mucho tiempo nos han dejado abandonados. Se supone que el asfalto tienen que hacerlo este año, pero con presión se logró eso. Estamos esperando que se solucione el tema del agua. El caso del transporte está en nada. Esta situación molesta a todos, no descartamos retomar medidas”, dijo.

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