Thursday, February 4, 2016

Faltan a clases, no tienen ropa limpia y comparten olla común

Son las 12:30 horas. Maribel, de 16 años, se sienta en el suelo para comer un plato de ají de fideo mientras sus papás, Asencio Hurtado y Julia Vargas, y sus dos hermanos ocupan una de las bancas de la Terminal de Buses Cochabamba.

El domingo 31 de enero, la familia Hurtado Vargas llegó de Oruro y estaba de paso por Cochabamba. Tenían que estar en Santa Cruz la mañana del lunes. Pero, los bloqueos en las carreteras les impidieron la salida de la Llajta. Como ellos, ayer, unas 300 personas cumplieron su tercer día de permanencia en la Terminal.

La gente afectada se queda sin ropa limpia, los niños y jóvenes faltan a clases, los adultos se ausentan de sus trabajos y, ante la falta de dinero, reciben apoyo en alimentación de los propietarios de la terminal y otras personas.

Asencio Hurtado relata que encontraron un alojamiento cerca y que pagaron alrededor de 250 bolivianos por la estancia de tres días por los cinco miembros de su familia.

“Estamos gastando extra”.

El negocio familiar que tienen en Santa Cruz permanece cerrado y eso también afecta su economía.

El perjuicio también se da por la ausencia al colegio. Maribel y sus hermanos, Daniel (12) y Javier (8), no asisten a clases.

La ropa que utilizan es la que tenían en las maletas. “No hemos lavado, no tenemos donde ir a lavar”.

Desde ayer, el gerente propietario de la Terminal de Buses, Jaime Veizaga Terminal decidió ayudar a los viajeros afectados brindándoles desayuno y almuerzo de una olla común.

Las autoridades municipales y de la Gobernación no prestaron ningún tipo de ayuda.

A las 12:45 horas, ya había una fila de decenas de personas, con tickets en mano, para recoger su plato de comida.

Además de la alimentación también se pusieron a disposición médicos para que evalúen la salud de los pasajeros en tránsito, principalmente de niños y personas de la tercera edad.

“Pasan la noche acá. Hacemos lo que se puede para que tengan, además, baños y agua potable”.

El ciudadano Ramiro Mamani se conmovió con los niños y llevó algunas golosinas. En la noche, otras personas compartieron api con pasteles. Ninguna autoridad se manifestó para ayudar.

VUELOS También al mediodía, pero en el aeropuerto, Nancy Janco y sus hijas gemelas de 14 años, Shasmira y Jhosset, están sentadas en el suelo en el frontis del aeropuerto con sus equipajes.

La madre de familia llora porque no pudo alcanzar a viajar en el avión habilitado para las 13:30 horas, en el que se fue una centena de personas a Santa Cruz.

Janco y sus hijas volvían por tierra desde Buenos Aires (Argentina) hasta el oriente del país, pero el blqueo frenó su llegada.

“No sabe cuánto nos está afectando. Estoy durmiendo con mis hijas ya tres noches donde se puede”.

Las adolescentes tampoco asisten al colegio estos días. Pasan frío porque no tienen ropa abrigada.

Esta familia estima que desde que está en suelo boliviano gastó como 200 dólares (unos 1.400 bolivianos) porque los conflictos les sorprendieron en medio camino y tuvieron que contratar motocicletas y otros vehículos para trasladarse y avanzar.

“Ahora voy a gastar 100 dólares (700 bolivianos) más en los pasajes (de avión), porque tampoco es barato”.

Es comerciante y el perjuicio repercutirá en su economía porque no está trabajando. En el aeropuerto, los pasajeros comen lo que pueden pagar, galletas y jugos, por ejemplo. La familia de Nancy Janco a la hora de almuerzo solo tiene jugos en bolsa y pasancalla.

En la Terminal, la familia Hurtado, como otras, continuará aguardando a que se levante el bloqueo, porque pagar el vuelo, aunque sea a costo menor que la tarifa habitual, les resulta muy elevado.

En el aeropuerto, la gente está pendiente de la confirmación de los vuelos solidarios para volar a La Paz y Santa Cruz en los aviones Hércules.

Pinchan llantas y bloquean vías

Los pasajeros molestos por el perjuicio de no poder llegar a sus destinos pincharon llantas y bloquearon en la avenida Ayacucho, donde está ubicada la Terminal de Buses.

“¡Tenemos que salir a bloquear, si no, no nos van a hacer caso! ¡Vamos afuera compañeros!”

Algunas personas ingresaban cada cierto tiempo a la Terminal para llamar a los demás y bloquear la avenida.

Durante la jornada de este miércoles, los pasajeros incluso pincharon llantas de los vehículos de transporte público denominados surubís, como una forma de expresar su molestia por los altos costos que cobraban los conductores para trasladar pasajeros distintos destinos del país.

Al mediodía quemaron un par de llantas en la vía oeste de la avenida, pero el humo avanzó y entró hasta los ambientes de la misma Terminal. Intervino la Unidad de Bomberos de la Policía para apagar las llamas.

El bloqueo en esta zona, más las medidas de presión de otros sectores sociales en el centro de la ciudad, conflictuaron el libre tránsito de los vehículos.


No comments:

Post a Comment