La comitiva de taxis libres y de radiomóviles que ayer por la tarde se reunió con las concejalas Desirée Bravo y Loreto Moreno logró por el momento la paralización del Registro de Taxis (Retax), que los autos no sean pintados de blanco y verde y que no se compre el tarifador ensamblado en la ciudad, pues prefieren los que presenten garantía de haber sido hechos en el extranjero. Además, ambos bandos se verán las caras de nuevo en la primera reunión de trabajo que será el viernes, desde las 15:00, en la Biblioteca Municipal.
En la reunión, donde misteriosamente no se permitió el acceso a la prensa, fueron expuestos los argumentos de cada uno de los sectores de los taxistas, echando por los suelos la ordenanza 106/2013 que los obliga a instalar el medidor de tarifa, el cual está siendo fabricado por cinco empresas en la ciudad.
“El viernes se conformarán diversas comisiones, entre ellas una que debe viajar a Buenos Aires para ver cómo funcionan los taxímetros que usan los colegas argentinos, pues allá hay fábricas que ofrecen garantías”, indicó Carlos Eduardo Mamani, de la Asociación de Radiomóviles del Sur (Aramsur).
Últimas reuniones
La concejala Loreto Moreno reveló que el del viernes será el último encuentro con los taxistas para que expongan sus observaciones, pero que la ordenanza no se toca.
Por su parte, el director de Tráfico y Transporte, Roberto Higazy, aseguró que el sistema de GPS es uno de los más seguros, pero que, sin embargo, los taxistas lo rechazan.
“Los conductores dicen que hay taxímetros más baratos, pero no nos los han hecho conocer, además el GPS sirve para saber por dónde circulan los autos que prestan el servicio de taxi”, acotó Higazy
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