Los conductores de La Paz se encontraron ayer a su paso por las principales vías de la ciudad con decenas de pancartas y carteles en contra del ruido de las bocinas. Instalados en los pasos de peatones, unos 2.500 voluntarios de distintos colectivos se distribuyeron en las vías consideradas de "alta sensibilidad acústica” en Miraflores y Sopocachi.
Los manifestantes proponían a peatones y conductores: "detenerse un rato en el cotidiano alboroto y sumarse al orden y a la tranquilidad que todos necesitamos. Para eso se trata de concienciar a los conductores para que reduzcan el uso de las bocinas”. Así lo explicó Kathia Salazar, encargada del Proyecto Cebras del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, que participó ayer en la iniciativa.
En el centro de la ciudad de La Paz, según los datos facilitados por la comuna, se supera en cinco decibelios la cantidad máxima de ruido que permite la norma nacional (68 decibelios).
Para Salazar, una de las causas de este problema urbano radica en el mal uso que se da a la bocina. "La bocina se considera como una herramienta para todo en la carretera: sea para pedir permiso o avisar a los pasajeros en el caso del transporte público”, dice.
María Morales es una de las cebras que, junto a sus compañeras, se situó en uno de los pasos de peatones más concurridos de la zona del hospital Obrero, en Miraflores. Se dirigió con su didáctico mensaje a una persona que cruzaba la calle: "Me gustaría comentarle que tocar el claxón perjudica tanto al que lo toca como al que recibe el ruido. Provoca dolores de cabeza, estrés, falta de concentración, entre otras consecuencias negativas. Y lo mejor del caso es que podemos evitar este problema reduciendo el uso de la bocina”.
A la acción de ayer también se sumaron voluntarios del Servicio Internacional Británico. Ana Silva llegó hace un mes a La Paz desde el Reino Unido para integrase en los proyectos de esta ONG. Considera que en la ciudad "hay demasiado ruido y lo peor es que es constante, por lo que me resulta muy difícil dormir por las noches. Además -confiesa- en el día me asusta cuando camino por las calles”.
El eslogan que portaba en los carteles con sus compañeros voluntarios está destinado a los conductores para que en lugar de tocar la bocina: "inhalen, exhalen y se relajen”.
Ubicados en El Prado, se distribuyeron los grupos de alumnos de más de 10 unidades educativas y cinco universidades, además de integrantes de escuelas de fútbol, el Centro de No Videntes y la Universidad Municipal de Adultos. Gabriela Aramayo participó activamente como estudiante del colegio Angloamericano. En su opinión "falta educación para lograr que se reduzcan los ruidos de bocinas”.
A Roberto Linares, alumno de la Universidad Municipal de Adultos, le sorprendió que un vehículo de la Policía pase por su lado y toque la bocina, sin percatarse de la acción.
La Dirección de Gestión Ambiental midió ayer la contaminación acústica en nueve puntos en el centro y en seis en Miraflores y determinó disminución de hasta 10 puntos de decibeles.
Contra el ruido
Ordenanza Rubén Ledezma, director de Gestión Ambiental de la Alcaldía, aseguró que en los próximos seis meses trabajará en una ordenanza para sancionar a los conductores que toquen la bocina de manera innecesaria.
Zonas Está previsto declarar zonas de alta sensibilidad acústica donde se concentra mayor tráfico en la ciudad.
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