Wednesday, June 1, 2016

Los taxistas especulan con pasaje a Alcantarí


TASA

50 bolivianos es el costo del pasaje a Alcantarí en taxi; Bs 60 si es que viajan dos o más personas, de acuerdo con la tarifa aprobada.

Los usuarios que deben trasladarse al nuevo aeropuerto Alcantarí están librados a su suerte debido a que los taxis especulan con sus tarifas. Los taxis “piratas”, sobre todo, han hecho presa de esta importante ruta y aprovechan el desconcierto y premura de los viajeros para imponer tarifas que llegan hasta los Bs 100, cuando el costo establecido por la Gobernación es Bs 50.

Dos semanas después del inicio de operaciones en el nuevo aeropuerto Alcantarí, ubicado en la pampa yampara, el tema del transporte público no termina de ser regulado provocando un alto costo y una situación de inseguridad para los usuarios.

“Por esto de los bloqueos necesito viajar en avión, tengo que ir a Santa Cruz. Me cobraron Bs 100 y cuando le dije por qué, me rebajó a Bs 90”, relata a CORREO DEL SUR, María Urbina, una pasajera procedente de Potosí, que se lamenta por el excesivo costo que pagó.

Sola, apurada y con maletas, no se atrevió a protestar, sólo se resignó a pagar la tarifa más alta del país por los 25 kilómetros de recorrido al nuevo aeropuerto de Sucre, más cara incluso que viajar a su último destino, Potosí, a 164 kilómetros y a donde se llega con un pasaje que no pasa los Bs 50.

Un ejecutivo de la aerolínea BoA cuenta a este diario que los vehículos de transporte que se registraron ante la Gobernación están cumpliendo con el cobro de una tarifa de Bs 50 por un pasajero y Bs 60 si son dos o más. No es el caso, sin embargo, de los radiotaxis u otras empresas de servicio en la ciudad cuya tarifa es de Bs 70 o más.

Una serie de anécdotas se escuchan en la improvisada parada de transporte público a Alcantarí, emplazada en la avenida Gregorio Donoso, donde los pasajeros a tiempo de tomar los minibuses –el único servicio regulado hasta ahora– comparten amargas experiencias. Es el caso de un menonita, que ante el desconocimiento de dónde podía tomar un minibús, cogió un taxi al azar en la ciudad y al llegar a Alcantarí estuvo a punto de pagar los Bs 150 que le exigió el conductor. Al descender del taxi tuvo la fortuna de cruzarse con un agente de seguridad y con un español básico preguntó cuánto debía pagar, enseguida varios choferes se arremolinaron sobre el atrevido conductor y le obligaron a devolver el importe.

Un abogado cuyo vuelo de TAM a Santa Cruz salía a las 7:00 contó a este diario que tuvo que rogar para que algún radiomóvil lo recoja antes de las 5:00. Tuvo que pagar los Bs 150 que demandó el único vehículo que respondió a su desesperado llamado.

Las historias suman y siguen. Varios internautas también opinaron a través de la página web de CORREO DEL SUR y coincidieron en el elevado coste, la calidad de los motorizados e incluso en la escasez de vehículos para los últimos vuelos que llegan a la ciudad, sobre todo entrada la noche.

LICITACIÓN
Tras un fallido proceso de licitación del servicio de transporte ejecutivo –taxis– y ante la pretensión de cobro de Bs 80 por parte de sindicatos locales proponentes, la Gobernación determinó declarar transporte libre en esta ruta estableciendo un costo de Bs 50 para el caso del viaje de un pasajero y Bs 60 para dos pasajeros o más.

Este arancel, sin embargo, dos semanas después del inicio de operaciones de la nueva terminal aérea, no se cumple. Sólo los taxis inscritos ante la Gobernación estarían cobrando dicha tasa.

Los conductores de minibuses del sindicato Villa de La Plata, que presta el servicio Sucre-Alcantarí, atribuyen la situación a la falta de regulación y control por parte de las autoridades locales. Esta organización, es la única regulada tras un proceso de licitación que lanzó AASANA en coordinación con la Gobernación. Se estableció un costo de Bs 8 y la empresa comprometió una veintena de minibuses nuevos, que actualmente prestan regularmente su servicio desde la parada en la avenida Gregorio Donoso.

“Hay varios taxis piratas que cobran lo que quieren y ponen en riesgo a los pasajeros”, acota Raúl Cerda, dirigente de esta organización de transporte.

Lo secundan varios conductores, durante una pausa en la faena a media mañana. Ellos también plantean una serie de quejas e incumplimientos.
Por ejemplo, antes sólo se pagaba Bs 2 para ingresar al aeropuerto Juana Azurduy, ahora deben pagar Bs 8 en total por cada viaje que realizan. En el retén de Kjochis se cancela Bs 4 de ida y en el retén del propio aeropuerto de Alcantarí, se paga otros Bs 4, al retorno.

Por otra parte, la exclusividad del servicio de transporte en la terminal aérea no se respeta a cabalidad. La licitación suponía que sólo los sindicatos adjudicatarios del servicio, tanto en minibuses como en taxis, serían los únicos en poder ofertar el servicio desde la terminal aérea a Sucre. Sin embargo, sobre todo en el caso de los taxis, ante la ausencia de una organización adjudicada, cualquier motorizado oferta el servicio dentro del aeropuerto sin mayor control. Incluso los no inscritos dicen serlo; no hay cómo comprobarlo.

Tampoco se respeta el requerimiento de que los vehículos que transporten pasajeros a Alcantarí sean modelos 2005 para adelante, aspecto que molesta al sindicato de minibuses Villa de La Plata cuyos afiliados adquirieron créditos para poner en circulación unidades cero kilómetros.

PARADA DE MINIBUSES
Otra de las quejas importantes se refiere a la infraestructura de la parada de transporte público. Ésta no se terminó de habilitar en buenas condiciones pese a los compromisos de la Unidad de Tráfico y Vialidad de la Alcaldía. Hace unos días recién se terminó de techar un improvisado tinglado construido sin criterio de orientación al sol. El mismo no se utiliza porque ni siquiera cuenta con asientos. La basura pulula en el lugar, al frente de la parada hay un visible y maloliente basural donde campean jaurías de perros. El tinglado sin funcionalidad está apoyado delante de un sombrío muro construido con gaviones, donde lo único que resalta es la propaganda política de un proceso electoral recién pasado.

Casi una decena de nuevos minibuses de marcas chinas Foton, GLS, Chana y otras lucen impecables en la parada; la otra mitad aparca en el aeropuerto, aseguran. Salen cada 20 minutos, aproximadamente, no siempre llenos, con un costo de Bs 8 por persona. A decir de Cerda, a diferencia de los taxis “piratas”, este servicio es el único seguro por ahora, porque los motorizados y sus conductores están debidamente identificados, no pueden cobrar más de la tasa establecida, tienen la autorización de la Gobernación y AASANA y aseguran una presencia permanente.

Sin embargo, no todo es sencillo para esta organización. Los taxis “piratas” suelen llegar hasta esta parada para “robar” pasajeros ofreciendo cobrar Bs 10 por pasajero, compromiso que no siempre se cumple al llegar a Alcantarí. Muchas maletas, el camino malo o cualquier excusa sirve para incrementar el pasaje.

Además, la ubicación de la parada no es estratégica. No hay una sola línea de micros que llegue hasta el lugar. Los pasajeros que quieren ir a Alcantarí en minibús tienen que forzosamente tomar un taxi para llegar hasta la parada; en el trayecto son tentados por los taxistas para usar su servicio hasta el aeropuerto y ahí se empieza a cerrar el círculo de la exacción.

Son las 16:30, martes por la tarde. Emilio, un conductor que espera en la parada de la avenida Gregorio Donoso, ofrece llevar a dos pasajeros por Bs 60. Después de mirar alrededor, éstos prefieren subir a un vehículo mucho más nuevo, estacionado al frente, un Toyota tipo Sedan. “Me han ganado”, se resigna. Como él, varios conductores aprovechan la posibilidad de cargar pasajeros y ganar el sustento del día. “Otros autos dice que están cobrando exageradamente”, comenta Emilio al lamentar que su inscripción a la Gobernación no le sirve de mucho.

En una ruta sin controles y escasa o nula información sobre el costo del transporte, viajar a Alcantarí continúa siendo una odisea.

No comments:

Post a Comment