Academias ilegales no cuentan con autorización ni infraestructura

En la actualidad, la urbe alteña alberga más de una decena de escuelas de enseñanza de conducción que no cuentan con una orden legal de funcionamiento ni la infraestructura necesaria, por lo que las personas que acudan a las mismas no podrán recabar sus licencias de conducir con todas las formalidades de ley, según expresó el presidente de la Asociación de Autoescuelas de La Paz y El Alto (AALE).

De acuerdo con las declaraciones del representante, debido a la improvisación y la falta de capacidad para impartir la enseñanza en la conducción de un motorizado, las escuelas clandestinas se han convertido en un peligro para la población, debido a que todas las personas que llegan a capacitarse en las mismas no reciben una educación con la verdadera capacidad a causa de personas que no fueron formadas académicamente para tal efecto.

Además, la organización de la AALE denunció que todas las escuelas que no tienen una licencia de funcionamiento legal tampoco cuentan, al margen de la infraestructura, con vehículos propios para la enseñanza, por lo que recurren a otras instancias donde pueden adquirir dichos motorizados, con el peligro que los mismos puedan presentar algún desperfecto mecánico u otra falla, poniendo, de esta manera, en riesgo la propia integridad física de los estudiantes.

“Desde hace más de 50 años, como en el caso de la escuela Indianápolis, estamos lanzando al mercado choferes con una verdadera y capacidad de conducción, porque nuestras escuelas legalmente autorizadas también cuentan con profesores egresados en su mayoría de institutos en el ramo del extranjero, lo que garantiza la calidad de capacitación de los estudiantes”, aseguró Rufino Durán, presidente de la AALE.

COLEGIOS

El titular de dicha asociación dio a conocer que su organización cuenta con un proyecto a corto plazo para poder implementar enseñanza en el aprendizaje de las normas de tránsito en los cursos de secundaría de las unidades educativas de la urbe alteña, con la finalidad de que sean ellos los que puedan colaborar de manera directa o indirecta ante la población para que puedan respetar dichas normas viales especialmente destinadas a los peatones.