El control para evitar los "giros” o "tramajes” está a cargo del transporte sindicalizado en La Paz y El Alto, pero esta autorregulación es insuficiente, según verificó Página Siete en las dos ciudades.
Después de dos días de que los choferes sindicalizados de la urbe alteña dieran una tregua para mejorar el servicio en un mes a cambio de un estudio técnico por parte de la Alcaldía, el sector no muestra cambios.
Al mediodía del miércoles, Página Siete habló con el ejecutivo del Sindicato Simón Bolívar, Fidel Barrionuevo, quien afirmó: "De día nadie hace ‘tramaje’, estoy segurísimo, puedo dar mi cabeza por todos los afiliados”.
Dos horas después, la línea 748 de este sindicato, con una luminaria de Kenko a Río Seco, salió de la avenida Kantuta (Kenko) a la Ceja pero no llegó a destino.
"Puede quedarse aquí, voy a dar la vuelta”, era la orden de un chofer del 748, quien justificó que tardará como hora y media en salir de la "trancadera” sobre la avenida 6 de Marzo.
El conductor con toda confianza sugirió a la periodista de este medio que iba en el minibús: "Puede tomar otro minibus a Río Seco, hay hartos aquí”.
El chofer, que cobró 1,50 bolivianos del Kenko a la calle 3, al ser cuestionado por el "tramaje” se calló.
Según Barrionuevo, para las 300 líneas de minibuses que tiene ese sindicato hay 30 agentes en las paradas, pero ese día no había ninguna persona que haga el control ni en la otra línea del 624, que se trasladó de Senkata a la urbanización Cooperativa.
"El agente sólo está hasta las 14:00, los dirigentes son los que controlan después”, admitió un chofer del 624 al momento de mostrar su hoja de ruta con la hora registrada de las 7:05.
Éste no es el único caso, pues el chofer de la línea 748, del Sindicato Arco Iris, que hizo el tramo de Ceja a Kiswaras comentó: "Sino fuera por usted ya hubiera girado (en Villa Adela)”. Página Siete verificó que no había ningún agente de control en la parada de la zona de Kiswaras.
Si bien el Sindicato Sagrados Corazones de Jesús cuenta también con agentes, éstos se quedan hasta las 15:00, según dijo Alejandra Lugarani, una de las fiscalizadoras de esa línea.
En El Alto hay al menos 60 sindicatos de minibuses y similar cantidad en la urbe paceña.
En La Paz, el control es desde las 7:00 a 17:00. Carlos Torres es uno de los 50 agentes del Sindicato Eduardo Avaroa que registra la hora en el que pasa un vehículo por un punto. "Hay otros dos en la partida y llegada”, afirmó el funcionario que -según dijo- tiene siete años en este oficio. Torres dijo que en 10 horas verifica las 40 a 50 líneas que pasen por el mercado Yungas y anota en una planilla la hora y el minuto exacto.
Al igual que Torres, hay otros agentes intermedios en el sector del Cementerio, avenida Santa Cruz y la plaza del Estudiante, que trabajan hasta las 17:00, luego de este horario ya no hay responsabilidades.
A decir de Barrionuevo, "nos falta control en las trancas” e invitó a que salgan las juntas de vecinos para la vigilancia del transporte público en La Paz.
"Policía sindical”
La Federación Andina de Choferes de El Alto apuesta a reactivar la "policía sindical”, integrado por un grupo de dirigentes choferes para un mayor control de los "tramajes” y otras indisciplinas dentro del sector.
La reactivación de esta instancia es parte del compromiso de los conductores hasta que la Alcaldía entregue el estudio de costos del transporte público.
El dirigente de este sindicato Silverio Paca contó que en el primer semestre de 2013 se quiso conformar la "policía sindical” con un grupo de 300 personas.
"Ellos estaban en la Ceja, Río Seco, Senkata, en diferentes lugares, pero la gente se cansó”.
Paca dijo que este proyecto de la "policía sindical” será retomado y presentado a la comuna.
Es difícil controlar al transporte
En la medida que los socios son propietarios de sus vehículos es difícil controlar el trabajo del transporte, a pesar de tener un reglamento interno para ejercer disciplina.
"Los socios son propietarios de la movilidad, son como privados, muchas veces tienen alguna emergencia; no hay cómo controlar los 365 días, no hay caso, siempre tienen justificación”, dijo el secretario de relaciones del Sindicato de Transporte Litoral, Marco Antonio Chambi.
El dirigente justificó que hace 10 años la circulación de los vehículos era más fluida. "Había más ganas de trabajar, pero con tanta trancadera que hay ellos andan estresados, llega las 20:00 y se repliegan”, dijo.
En ingreso del transporte interciudad coadyuvó a que haya un mal servicio de los socios, afirmó Chambi.
Según este dirigente, el transporte interciudad vino a dañar a La Paz con otro sistema de trabajo. "Es distinto, ellos hacen tramos: de Satélite a la Ceja y luego a la Pérez, mientras nosotros tenemos una tarifa diferenciada, con lo que no hay tramajes”, justificó.
"Ellos han traído la enfermedad y nos han contagiado con la tarifa de remate”, dijo Chambi.
Otro de los factores que hace la indisciplina dentro del sindicato son los nuevos que ingresan, que tienen oficio de profesores y otra profesión. "El antiguo transportista trabaja de corazón”, recordó.
Las reglas también cambiaron, antes el ingreso de un chofer se decidía en una asamblea, ahora basta que tenga una licencia y un capital puede ser transportista, explicó Chambi.
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