La frecuencia de los buses Sariri que recorren actualmente seis rutas en El Alto no se cumple debido a que solo opera el 75% de la flota y por los atolladeros en el centro de la ciudad. Los pasajeros esperan hasta 50 minutos. La Alcaldía desechó dos tramos de los ocho que se aplicaron.
De un total de 60 góndolas que compró el gobierno local para el servicio de transporte masivo, solo operan 45, lo que equivale a un promedio de siete buses por cada uno de los trayectos. La frecuencia que se proyectó entre un motorizado y otro era de entre 12 y 15 minutos, pero según usuarios entrevistados y tras una constatación de La Razón llegan a paradas hasta con un intervalo de 50 minutos.
Hasta el domingo estaban habilitadas ocho rutas. El lunes fueron retiradas dos bajo el argumento de que no había muchos pasajeros, informó el secretario municipal de Movilidad Urbana y Transporte, Lorenzo Quispe. Los Sariri comenzaron a operar de forma promocional desde el 23 de febrero de este año y nueve días después se inició el recorrido oficial con cobro de pasajes, en ambos casos en dos rutas, una denominada Maya, que conectaba a la Ceja con el norte de la urbe, y otra llamada Paya, hacia el sur.
Falencias. En la parada que se halla en la avenida 6 de Marzo de la Ceja, entre las calles 3 y 4, los vehículos municipales llegan con un intervalo de hasta 30 minutos, de dos rutas diferentes: una que parte de Villa Adela en el Distrito 3 y otra desde Villa Mercedes, del Distrito 8.
Una tercera ruta es la que conecta a Ventilla con la Línea Amarilla del teleférico. En estos últimos lugares la espera de los pasajeros es desde 30 hasta 45 minutos. Mientras que la frecuencia de los buses hacia la carretera a Laja, que es un cuarto trayecto, es de hasta 50 minutos, lo que provoca que personas decidan buscar minibuses u otro medio de transporte como taxis para trasladarse a sus destinos.
“Se espera demasiado, quienes tenemos que ir a trabajar no podemos quedarnos mucho tiempo y buscamos un minibús que nos lleve a la Ceja o a otro punto”, comentó Alejandro Aruquipa, vecino de la zona Gran Poder del Distrito 4.
Un quinto recorrido parte del Distrito 12 hacia la Ceja; el sexto desde San Roque, pero se desvía por otras calles paralelas a la avenida Juan Pablo II para llegar a la Línea Roja del teleférico. El Secretario de Transporte aceptó que existe este tipo de falencias y atribuyó el problema a “la gran cantidad de vehículos que circulan por la ciudad, especialmente por la Ceja”.
Según Quispe, los motorizados ediles del sector sur se retrasan cuando llegan a la calle 11 de la avenida 6 de Marzo y similar problema se registra en la avenida Tiwanaku. Los buses que llegan de la zona norte son afectados por los embotellamientos cuando llegan a la avenida Juan Pablo II.
“Lo ideal es que existan solo tres rutas, ya se lo propuso técnicamente, pero estas rutas fueron impuestas por las organizaciones sociales, explicamos el problema y es por esta razón que se desecharon dos trayectos”, dijo. Las rutas que se dirigían de la Ceja hacia los distritos 5 y 6, de acuerdo con la autoridad, fueron suspendidas porque no había muchos usuarios y debido a que el recorrido significaba una pérdida económica. Otro de los problemas que se identificaron es que los pasajeros no saben dónde quedan las paradas, pese a que se colocaron letreros.
La Fejuve critica
Paradas
El secretario de Transporte de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de El Alto, Renán Cabezas, afirmó que en las paradas los vecinos no tienen dónde protegerse del sol y menos de la lluvia, y criticó que no haya casetas especiales en estos puntos.
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