Las calles y avenidas que colindan con el Cristo Redentor fueron cerradas ayer para comenzar los trabajos de armado de los anillos de seguridad, tarimas y montaje de los diferentes puntos donde se ubicarán la prensa y delegados de parroquias, grupos sociales, sectores y autoridades departamentales, además de los miembros de la Iglesia, todos ellos estarán apostados alrededor del altar donde el papa Francisco ofrecerá la misa el jueves. El altar está listo y solo resta terminar algunos detalles. Incluso los semáforos de esta intersección fueron quitados para no restar visibilidad a los asistentes a la liturgia.
La circulación se restablece el jueves a las 14:00. "Estaba previsto establecer el cierre para las medidas de seguridad y solamente pueden circular las personas que tienen su credencial y son vecinos que están a una cuadra a la redonda", indicó Sabino Guzmán, comandante departamental de la Policía Boliviana.
El cierre de calles se aplica en un radio de una cuadra y los desvíos fueron establecidos por las avenidas Beni, La Salle y primer anillo.
Guzmán recordó que para garantizar los aspectos de seguridad se realizó un censo a todas las viviendas cercanas y puestos de venta, últimos que trabajan con normalidad pese a la restricción.
El viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, pidió a la población "un poco de paciencia y colaborar no transitando por los lugares donde está restringido parte del tráfico, para no generar embotellamientos".
Visita a Palmasola. Al mismo tiempo, Pérez recordó que parte del recorrido del Papa incluye una visita al penal de Palmasola; "donde al menos 120 policías custodiarán los perímetros del penal, por dentro y por fuera".
Por su parte Edwin Bazán, vocero del Arzobispado, explicó que "Desde el ingreso recorrerá Palmasola, pasará por los pabellones de control 1, 2, 3, 4, el microhospital, hasta llegar a la cancha deportiva, lo que permitirá un encuentro cercano con los internos del penal”.
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