Choferes temen la invasión del servicio de buses argentinos

Los dirigentes del sector aseguran que los empresarios del país vecino ya operan en el país con sus propios capitales.

Justo el momento en que los choferes enfrentan una dura competencia por la implementación del servicio de transporte por cable y buses municipales, se oficializó la pretensión de algunos empresarios argentinos de ingresar al país con sus buses internacionales.

El temor es que en principio realicen el servicio de transporte internacional y luego ingresen a realizar cobertura nacional, en el cual ya hay bastante competencia.

De hecho, hay empresas de transporte internacional bolivianas que sirven de "palos blancos" a capitales argentinos, según manifestó el secretario de Relaciones de la Confederación de Choferes de Bolivia, Miguel Aramayo, quien informó que ya se realizaron los respectivos contactos ante la Cancillería para tratar este tema que preocupa al sector y que motivó incluso un duro debate al interior de esta organización sindical, que también agrupa al transporte de pasajeros internacional.



NEGOCIACIONES CON EL GOBIERNO. Los dirigentes de los transportistas bolivianos sostienen permanentes encuentros con las autoridades del Gobierno para hablar, entre otros temas, del costo de los peajes. Aramayo informó que la posición del sector es clara, no permitirán ningún incremento hasta que no se mejoren las carreteras del país y que en el caso de las vías nuevas se tendrá que negociar. El Gobierno había señalado que una carretera nueva significaba un nuevo costo del peaje.

En el caso de la ruta La Paz-Oruro, el dirigente de los choferes señaló que en principio el Gobierno había aprobado un incremento de los peajes hasta en un 200 por ciento, pero lograron que se rebaje hasta un 40 y 50 por ciento y que, en el caso de las otras rutas, no se debe realizar ninguna modificación tarifaria.

Sin embargo, los temas que preocupan al sector son los incrementos tarifarios en algunos departamentos, que deben negociar cada una de las federaciones, y la intención de los empresarios argentinos de ingresar a ofrecer sus servicios al interior del país. Los dirigentes del sector señalaron que sería una competencia desleal, debido a que ellos cuentan con toda la logística y vehículos de última generación. Se conoce que el servicio de transporte internacional de pasajeros significaría el ingreso de entre 2.000 y 5.000 buses, que por el momento sólo es una intención, por lo que esperan una respuesta por parte de la Cancillería para demostrar los perjuicios que representaría este servicio para ellos.

Los dirigentes explicaron que anteriormente se firmaron algunos convenios bilaterales, para encontrar algunos mecanismos de reciprocidad, pero aseguran que no se cumplió en su totalidad, porque hay "empresas bolivianas, pero que lamentablemente estas empresas bolivianas son palos blancos, porque los capitales son argentinos y en función a eso quieren ingresar al país".



LOS CHOFERES BOLIVIANOS EMITIERON UNA RESOLUCIÓN QUE SEÑALA QUE DEFENDERÁN "por encima de todo, todo lo que significa el transporte boliviano. Para nosotros va a ser un tanto riesgoso que ingresen estas empresas internacionales argentinas, porque tienen desde 2.000 a 8.000 unidades de trabajo de última generación y no podemos compararnos", dijo Miguel Aramayo.



2.000 a 8.000 buses argentinos de última generación podrían ingresar al país para competir con los choferes.