Monday, September 5, 2016

Hay indicios de que la flota Trans Capital es clandestina

Un día después del trágico accidente del bus Scania, placa 1747-YLD, de la empresa Trans Capital, que al caer a un precipicio de entre 15 y 20 metros cerca de Saipina provocó la muerte de 11 pasajeros y dejó más de 40 heridos, se supo que estaba funcionando de forma clandestina en el negocio de transporte público de personas.

El fiscal Cirilo Chambilla, a cargo de la pesquisa del luctuoso hecho, manifestó que Trans Capital no tiene licencia ni administración por lo menos en Santa Cruz. Es más, hasta ayer ningún representante de la supuesta firma acudió a pedir información o a colaborar con los familiares de las víctimas, añadió el representante del Ministerio Público.

Chambilla descubrió que la empresa la conforman cuatro socios, cada quien como dueño de un bus, que trabajan por su cuenta desde la terminal Bimodal, donde hay una oficina sin administración, solo con una persona habilitada para vender boletos a los pasajeros.

La autoridad fiscal recabó datos que Trans Capital funcionaba como tal, pero se desintegró hace algún tiempo. Hará verificar con sus investigadores si la flota tiene base en Sucre. Si se comprueba la irregularidad citará a declarar a personal de la terminal y de la Policía para saber por qué dejan operar buses en esas condiciones, dijo el fiscal.

Espera en Comarapa

Familiares se presentaron ayer en la morgue del hospital San Martín de Porres para retirar los cuerpos de cuatro fallecidos. Luis Osuna Barreto iba a llevar los restos de su madre Wilfreda Barreto (paraguaya) que llegó al país para visitar a su hijo, que estudia Medicina en Sucre.
Eulogio Calvimontes se presentó a reclamar los cadáveres de su esposa, Primitiva Zárate, y de su hija, Yorlinda, de ocho meses de edad.

Elsa Saavedra reconoció a su madre, Juana Soto (47), entre los muertos. Lamentó la tardanza en entregar los cuerpos, puesto que tenía la urgencia de enterrar a su progenitora e ir a la capital cruceña, donde su padre se encuentra grave en la clínica Maurer.

Juana Soto deja seis hijos en la orfandad, entre ellos dos pequeños de nueve y seis años. “Pido que la empresa se haga cargo de todo; mi padre está en terapia intensiva en la clínica Maurer, todavía no sabe que mi madre ha fallecido”, manifestó Elsa Saavedra.

Hasta el momento los fallecidos identificados son Juan Illanes R. (chofer del bus), Nemesio Peñaranda, Wilfreda Barreto, Raymunda Padilla, Primitiva Zárate, Yorlinda Calvimontes Zárate y Juana Soto.
Las personas heridas reciben atención en las clínicas Melendres, Maurer y Niño Jesús II, donde hay un niño no identificado, cuya familia no se ha presentado

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