Los choferes de Oruro destruyeron los parabrisas de varios vehículos particulares que circulaban sin problemas por las calles de la ciudad. Los actos vandálicos derivaron en la golpiza propinada contra el periodista Edwin Choque, que se encargaba de filmar los hechos, le quitaron la máquina y la arrojaron al piso.
Los hechos se suscitaron la noche del jueves 19 y la mañana del viernes 20, en la zona Este de la ciudad en inmediaciones del puente Tagarete.
“Yo estaba filmando los actos vandálicos y cuando me descubrieron tuve que escapar, me agarraron y me quitaron la cámara y lo destruyeron”, afirmó Choque.
El hecho ocurrió a las 18.00 horas del jueves 19. Ese momento, los transportistas también estaban destruyendo los parabrisas de los vehículos que circulaban con normalidad. “No habían otros periodistas en ese lugar, pero, por suerte, una patrulla llegó ese momento a la zona y tuve que refugiarme, pero han destruido mi herramienta de trabajo”, dijo.
Según informe de la Policía de Oruro, se han recibido denuncias de siete vehículos destrozados, especialmente de algunos minibuses particulares. Los motorizados llegaron a las puertas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, para que los policías investiguen el caso y sancionen a los responsables.
Ayer, desde las 7.00 horas, se retomó el bloqueo del camino Oruro-Vinto, carretera a Potosí, donde se quemaron llantas viejas y se colocaron piedras. En el lugar sucedió un enfrentamiento con los vecinos de las juntas vecinales periurbanas. Los choferes se replegaron en forma inmediata y no se reportaron heridos.
Unas mil personas efectuaron una marcha hasta las puertas de la Policía Departamental, exigiendo una inmediata investigación de los responsables de la destrucción de vehículos. Sin embargo, los policías prefirieron cerrar sus puertas, por razones de seguridad.
Según el presidente de la Coordinadora de Juntas Vecinales Periurbanas, José Flores Copa, se tiene que responsabilizar al secretario general de la Federación de Choferes San Cristóbal, Aniceto Choque, por haber provocado esta clase de actos vandálicos, porque “no solamente han destruido vehículos, sino las ventanas de los vecinos de las calles aledañas a la avenida Cochabamba”.
Dijo que la Policía “tiene que investigar estos delitos, para que los responsables sean sancionados”.
Por su parte, el Sindicato de Trabajadores de la Prensa de Oruro exigió al secretario general de la Federación de Choferes San Cristóbal, Aniceto Choque, la reposición de la cámara filmadora del periodista Edwin Choque. “No solamente han arrojado la cámara al piso, sino que la han pateado, hasta inutilizarla”, advirtió el directorio de la organización sindical de la prensa.
Mientras tanto, ayer, hubo acercamiento entre los concejales y los transportistas, para resolver el conflicto de las tarifas de los minibuses y micros. La reunión, sin embargo, no logró ningún acuerdo, porque la mayoría de los concejales advirtió que no efectuará la modificación de las tarifas, por las presiones de las juntas vecinales.
La Federación de Juntas Vecinales de Oruro, dirigida por Ruth Copa y Ketty Vallejos, advirtió que la posición es terminante: “No se permitirá ningún incremento de las tarifas del transporte. Los pasajes tienen que mantenerse en 1.20 bolivianos por persona”.
Las dirigentes, sin embargo, no lograron ingresar a la reunión con los concejales, porque los transportistas exigían dialogar con el anterior directorio de la Federación de Juntas Vecinales, dirigido por Samuel Mendizabal, que había suscrito un acuerdo para elevar las tarifas de 1.20 bolivianos a 1.40 bolivianos.
“Nosotros no aceptamos ese incremento y por eso hemos desconocido a Mendizabal. La resolución del congreso de juntas vecinales es rechazar cualquier incremento”, advirtió Vallejos.
A pesar de los conflictos esporádicos, en la ciudad hubo relativa normalidad en las actividades. Los transportistas siguen en paro de labores, pero los taxistas continuaron trabajando, cobrando tarifas de hasta 15 bolivianos por viaje, aprovechando la falta de minibuses y micros.
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