Monday, December 19, 2016

Fallas mecánicas desnudan poco control y riesgo



Huele a goma quemada. Van más de 10 minutos y los pasajeros de este bus semicama, que viaja de Santa Cruz a Trinidad, dejaron sus asientos porque, impacientes, quieren espiar por sus ventanas para saber porqué el chofer y su ayudante pararon y se metieron debajo del vehículo. Es miércoles, son las 11:00, recién cruzamos el puesto de peaje de Cotoca, vamos atrasados y el ambiente apesta intensamente a llantas achicharradas.

Llaves mecánicas en mano, los responsables de esta empresa de transporte público hacen los ‘ajustes’ para retomar el viaje. El bus, que una vez abordado por más de 40 pasajeros no fue revisado por ningún policía hasta acá, avanzó con alguna de las llantas traseras frenada.

Con una tarifa de Bs 80 por boleto, este fue uno de los dos incidentes que obligaron a parar el viaje diurno a la capital de Beni por varios minutos, afortunadamente sin accidentes. Luego de un fugaz paso por el puesto policial y el puente de Puerto Paila, ya en Pailón, mientras el bus corría a buena velocidad, otra vez empezó a oler a llanta quemada. Y la dinámica se repitió: otra vez chofer y ayudante bajo el bus. Otra vez pasajeros impacientes gritando.

A lo largo del año, se han registrado cientos de accidentes de tránsito en las carreteras de todo el país. Fin de año es una temporada donde el tráfico y los viajes se disparan tanto como la cantidad de accidentes, por tanto se redoblan los controles de la Policía de Tránsito y la Caminera. Pero hay buses, como este que viaja a Trinidad, que salen con fallas que las autoridades no detectan.

¿Y los controles?
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, sabe que, además de los atracos y hechos de violencia, para fin de año se necesitan reforzar la vigilancia en las terminales de buses y en los puestos de control camineros.

Por eso instruyó la aplicación de un plan operativo de seguridad ciudadana a la Policía, donde alrededor de 6.000 uniformados tienen la orden de movilización en Santa Cruz: una parte importante es para fortalecer los controles a los viajes. En la región, este plan se denomina Mara Tukuya (que significa Fin de año, en aimara), el mismo que empezó el 1 de diciembre y durará hasta el 5 de enero, según un comunicado del Comando de la Policía de Santa Cruz.

“Se han establecido controles específicos para el transporte interdepartamental, control de documentación, brigadas de la Niñez, Migración e Interpol. (...) Estamos reforzando la Policía Caminera”, ha dicho el ministro de Gobierno. Y en efecto, la instrucción está dada.
Y el viceministro de Régimen Interior, Pablo Villa, aseguró que habría patrullas móviles para controles en la ruta. Pero, pese a todo, al menos en este viaje a Trinidad, no ha habido ningún control excepcional de la Policía. Ni al funcionamiento del bus (que falló dos veces por sus llantas) ni a los pasajeros. Lo que sí se efectuó fue la instalación de una oficina de la Defensoría de la Niñez en la terminal de Santa Cruz para facilitar el trámite de permisos para el viaje de menores.

En La Paz, el comandante de la Policía Caminera, Jorge Pizarro, explicó que los policías hacen un control ‘básico’ antes de que el bus parta a su destino. A diferencia de Santa Cruz, esos controles sí se pudieron verificar. Pizarro añadió que se habilitó una línea telefónica para atender imprevistos en las vías.

La Policía paceña exige la lista de pasajeros y hace un control al sistema eléctrico, sobre todo a las luces de los vehículos. Luego se regula la condición física del chofer, evitando que esté cansando y con aliento alcohólico


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