Tuesday, February 2, 2016

Transportistas plantean 3 salidas y dicen que sus ingresos bajaron

El transporte internacional denuncia que sus ingresos han reducido en más del 50 por ciento debido a los impuestos que están obligados a pagar y que consideran son injustos.

Los transportistas tienen tres planteamientos para dar fin a este conflicto.

Aseguran que al mes, solo tienen un flete o viaje internacional y que en ese trayecto deben hacer gastos en logística, viáticos y combustibles. Dicen que empezaron a sentir presión del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) hace más de cinco años, cuando se hizo modificaciones al Código Tributario.

Con la nueva norma solo pueden presentar facturas por actividades relacionadas a su rubro impositivo, es decir compra de repuestos, combustible y llantas. Restringiéndoles la descarga del crédito fiscal con facturas por otros servicios como el pago de pensiones en el colegio de sus hijos o la factura de una farmacia.

Al no poder descargar con otras facturas para reducir el pago de impuestos, los transportistas deben contribuir más al fisco, pagar multas o comprar facturas chutas, admite un chofer que prefiere no revelar su nombre.

Víctor Olivera propietario de un trailer que hace viajes a Chile dijo que sus ingresos ya no le alcanzan para mantener a su familia.

“Antes ganaba por lo menos unos mil dólares por flete. Ahora llego, en el mejor de los casos, a sacar el 50 por ciento , porque debo pagar de mi bolsillo los impuestos, ya que las facturas que presento no son suficientes considerando”, explicó.

Dijo que los transportistas, cuando viajan, pagan hospedaje, comida de sus choferes, garajes para el vehículo e incluso los peajes que tampoco son válidos a la hora de descargar con crédito fiscal al Servicio de Impuestos Nacionales.

Olivera aseguró que de los ingresos que percibe, debe pagar el 16 por ciento en impuestos, pero siempre le falta entre 7 y 8 por ciento que al final sale de su bolsillo. Informó que ya no cobran como antes y que el flete redujo sobre todo en la exportación de soya que es lo que más sale en camiones desde Santa Cruz al exterior. Si antes cobraban 90 dólares por tonelada de traslado de soya en un viaje completo de Santa Cruz a Arica, ahora solamente piden 60 dólares debido a que los exportadores también tienen problemas y restricciones que han hecho que sus costos de exportación se incrementen, dijo Olivera.

Rocío Medrano es la esposa de un chofer y propietaria de otro vehículo en el que invirtió más de 100 mil dólares y todavía debe pagar al banco por el préstamo para la compra.

Mencionó que los ingresos que percibe no le permiten pagar un sueldo a un chofer porque cada mes se deben preocupar en completar el monto (16 por ciento en impuestos) que no pueden cubrir con facturas.

“Mensualmente estamos ganando unos 3.500 o 4.000 bolivianos por cada flete, esto podría cambiar si es que nos dejaran descargar con otro tipo de facturas”, insistió.

PROPUESTAS El vicepresidente de la Cámara Departamental del Transporte de Cochabamba, Edwin Paz, dijo que el sector tiene tres propuestas para solucionar el problema. Una de ellas es que se acepten todas las facturas por las compras que realizan, es decir la universalización de la tributación.

Como segunda opción, plantea la reducción en el porcentaje de descarga impositiva que deben hacer del 16 por ciento al 6 por ciento .

Finalmente, también piden que las facturas por compra de combustible tengan el valor impositivo del 100 por ciento y no del 70 por ciento , tal como se hace actualmente con todos los sectores.

COMPRAN FACTURAS Algunos transportistas, que no se quisieron identificar, confesaron que esta situación los obliga a comprar facturas de otras personas y a veces no saben si estas son chutas.

“Incluso tenemos que correr hasta estos riesgos, no sé cómo el SIN promueve que pidamos facturas de lo que compramos, cuando ellos son los primeros en no querer aceptarlas para los descargos”, dijo un chofer.

Comerciantes se sienten perseguidos

El sector del comercio que pide de manera más drástica la anulación del Código Tributario, se siente perseguido por el Sistema de Impuestos Nacionales (SIN).

La dirigente de los comerciantes Silvia Siles indicó que desde hace dos años, funcionarios de Impuestos los buscan en sus puntos de venta para darles papeletas en las que les revelan su deuda impositiva.

“Ser comerciante en los mercados no había sido fácil. Vendí detergentes por dos años y ahora debo casi 2 millones a impuestos y no sé de qué”, dijo.

Negó tener capital, dijo que la empresa proveedora le dejaba productos en consignación. Siles mencionó que el SIN les indicó que las deudas incluso son heredadas a sus hijos hasta la cuarta generación y también son retroactivas.

“Tenemos miedo de perder nuestras casas, ya le ha pasado a un compañero”, resaltó. Eduarda Encinas es otra comerciante que vendía pañales y detergentes y aseguró que compraba el producto en pequeñas cantidades. Indicó que Impuestos le quiere cobrar más de un millón de bolivianos por el movimiento de compra de productos que realizó. Dijo que está dispuesta a pagar un impuesto por lo que vendió, pues asegura que el capital no era suyo, sino de las consignaciones.

Hay una discriminación en cobro de impuestos

En función a la realidad económica, sí hay una discriminación por el cobro de impuestos por sectores y esto se da por la informalidad que rige en el mercado, ya que un 70 por ciento de la economía coadyuva a la venta sin factura. El nacimiento mismo de un crédito fiscal para un usuario, le encarece sus costos y por ende incrementa los precios.

Por ejemplo, si soy comerciante y compro un producto a 80 bolivianos, con factura, y lo vendo en 100, y también emito factura, podríamos decir que estamos pagando en conformidad a ley el Impuesto al Valor Agregado, el Impuesto sobre las Utilidades de las Empresas (IUT) y el Impuesto a las Transacciones (IT). Si compro a 80 y vento a 100, percibo 20 bolivianos, pero de esos 20, pago 9.60 bolivianos por impuestos (16 por ciento ). Eso quiere decir que el Estado carcome el 50 por ciento de la economía y ¿qué significa eso?. Significa elevar el costo de vida, se presenta una inflación y ante esto debería de haber políticas de cultura impositiva graduales, por sectores. Se debe dar un incentivo para que se recupere ese crédito fiscal.

El Código Tributario rige desde 1986.

Lo que sucede es que el Gobierno está ejerciendo una presión tributaria que está haciendo alarmar a grupos económicos que antes no tenían estas cargas impositivas. Hay una desproporcionalidad, pero en el caso de los transportistas ellos mismos lo han generado porque a un principio pidieron tasa cero, que lo lograron, pero luego como una especie de castigo, el Gobierno determinó que no todas sus facturas iban a ser válidas. Lo que se debería hacer es regir de acuerdo al artículo 323 de la Constitución Política del Estado que habla de los principios de igualdad y proporcionalidad en el tema impositivo. Entonces, se debe modificar la ley o en todo caso la Constitución Política del Estado.

El tema de la sectorialización de impuestos es algo que existe en la mayoría de los países de Latinoamérica, pero uno elige al momento de inscribirse al sistema de tributación.

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