Una de las razones para trasladar la terminal Bimodal del primer al tercer anillo, hace años, fue ordenar y administrar mejor los espacios públicos que estaban invadidos por los comerciantes que se expandían del mercado La Ramada al parqueo de los autobuses. Sin embargo, tras más de una década desde su inauguración, la aparición de asentamiento ilegales de comerciantes ha sido inevitable. A solo metros de terminal se puede encontrar desde fruta, flores, ropa, comida, celulares, maletas, medicamentos, dulces y otros, que los ambulantes ofrecen al paso. La Alcaldía admite estar con las manos atadas.
Una miscelánea de quejas. Para los vecinos como para los vendedores que atienden desde los dos centros comerciales de la zona, los ambulantes de la terminal son solo una de sus quejas, a ello se debe sumar los establecimientos nocturnos y otros boliches que están por los alrededores, que no solo dan una mala imagen del vecindario; sino que además son escenarios de hechos violentos que no contribuyen a la seguridad ciudadana.
Desde la Alcaldía. Juan Carlos Cenzano, de la unidad de Espacios Públicos, explicó que el problema de los vendedores ambulantes no es exclusivo de la zona de la Bimodal, sino de muchos otros sitios tomados por los informales. "Pero lamentablemente no podemos hacer nada si no hay una reglamentación de la normativa que se aprobó el año pasado. Esta recién saldrá a la luz a fines de febrero y luego se hará el censo de gremiales. Una vez tengamos el argumento legal en las manos, se procederá como indica la ley", remarcó Cenzano.
Es así que, hasta la fecha, ni siquiera se ha notificado ni llamado la atención a los comerciante informales que han tomado las calles, en torno a la terminal de buses. "Sabemos que la Alcaldía está esperando una norma más y luego hará el censo, estamos listos para participar del mismo", aseguró una comerciante asentada sobre la calzada con su puesto de venta de calzados.
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