El control afloja y los conductores de las diversas líneas de minibuses que ofertan servicios de transporte público en la ciudad aprovechan para obviar las normas municipales y retomar el primer anillo como sus principales paradas. Por lo menos eso pudo verificar El Día en un recorrido que hizo en la zona de la avenida Cañoto, Grigotá e Isabel la Católica, donde los trufis han retomado los puntos mencionados para captar o dejar a sus pasajeros.
Justifican ausencia de micros. "No nos pueden quitar el derecho que tenemos de trabajar, no estamos afectando a nadie y nadie tiene el derecho de sacarnos porque estamos haciendo un favor a la población, principalmente, en esta temporada de lluvias donde se ven las falencias del transporte en micros", dijo Manuel Ollanta, un conductor de minibús que llegó desde la zona de La Guardia a la zona de La Ramada.
De igual forma las diversas líneas de transporte a Satélite y otras comunidades del norte, hicieron lo propio copando diversos puntos de la avenida Cañoto.
"Estamos trabajando, como cualquier ciudadano, no queremos conflictos, solo queremos trabajar, para cualquier información que se dirijan con las instancias que son pertinentes, no podemos rechazar el pedido de los usuarios que están desamparados", señaló otro conductor que prefirió mantener su identidad en el anonimato.
Piden seriedad a las autoridades. Dicha situación generó opiniones divididas en algunos ciudadanos que fueron consultados, pues algunos apoyaron la decisión de los choferes, justificando un irregular servicio de transporte en micros por las lluvias.
Asimismo hubo quienes cuestionaron al municipio "por no ser serios y contundentes con las medidas que toman". "Las autoridades deben ser más serias y ser consecuentes en una decisión, no puede ser que unos días se perjudique al pueblo y se haga show y en una semana todo vuelva al principio, los ciudadanos merecemos respeto", dijo Álvaro Colque en la zona de La Ramada.
El Día intentó comunicarse vía telefónica con el director de Tráfico y Transporte, Carlos Moreira, pero hasta el cierre de edición, no contestó.
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