Malos hábitos no cambian con los chuturubises

La llegada de un lote de nuevos buses brasileños de mayor tamaño generaron expectativa entre la población y el sector de transportistas, que puso a prueba el funcionamiento de los denominados chuturubises. Sin embargo, el ciudadano aún no ve los resultados y los cambios en el servicio, más allá de la comodidad de los vehículos.

Sin Dios ni ley. "La única diferencia que veo entre transportarse en un micro normal y estos (chuturubises), es el aire acondicionado y el tamaño", señaló Carolina Alcoba, quien se transportó ayer por la mañana en uno de los vuelteros del primer anillo; lamentó además que no se hagan cambios de fondo al sistema de transporte.

"El trato de los choferes y ante todo la forma de conducir sigue siendo igual. No se cumplen las normas de tránsito, ni siquiera respetan el diseño del bus, la gente sube y baja por cualquiera de las dos puertas", complementó otra mujer a bordo del micro. Ella al igual que todos los usuarios debieron cancelar fraccionado al chofer, ya que el pago tampoco se hace de acuerdo al diseño del vehículo, es decir colocando una moneda en una caja.

Asimismo, en un seguimiento que se hizo a dos chuturubises de la línea 18 ayer por la mañana, este medio de comunicación fue testigo de la imprudencia de los conductores, pues no respetaban las paradas para micros que instaló la Alcaldía en este trayecto.

En algunos casos los usuarios debieron subir con el vehículo parado en doble fila o en lugares indicados, esto se observó a la altura de la avenida Cañoto, en la zona de La Ramada y el Campus Universitario.

Justificación. Asimismo, tampoco se respetó las paradas en dirección del Palacio de Justicia, el Avión Pirata y la calle Charcas.

Al respecto, Mario Guerrero, dirigente transportista, justificó al igual que los conductores de los vehículos, que las paradas no se ajustan al tamaño de los buses y que además los usuarios no respetan las normas.