La Guardia Municipal de La Paz a cinco meses del control permanente a los choferes aún soporta el maltrato y resistencia de los transportistas e incluso de un sector de los ciudadanos que no cumplen con las normas de paradas y menos de paso de calles y avenidas, según un informe del comandante mayor Miguel Angel Zambrana.
Si bien en meses pasados algunos choferes organizaban pequeños grupos de choque de resistencia. Ahora la situación va cambiando gradualmente; sin embargo para muchos la Guardia Municipal no está preparada, aunque hay que reconocer que realizan una gran labor en la ciudad.
“La preparación y el trabajo de los chicos es bajo, mal, todavía les falta mucha experiencia, son jovencitos y a veces incluso no pueden discutir de reglamentos”, dijo un chofer de trufi en la plaza Camacho.
No todos los conductores están conformes, según Zambrana, el problema de aceptación con los transportistas de la urbe paceña, está mejorando de a poco, pero el problema surge nuevamente con el sector que se dirige desde la ciudad de El Alto.
“Continúa habiendo resistencia, tenemos mayores problemas con los que vienen de El Alto en los cuales no hay quién acepte la autoridad que pueda representar la Guardia de Transporte, pero estamos seguros que eso va cambiar”, sostuvo Zambrana.
En la ciudad de La Paz se encuentran distribuidos 240 trabajadores activos u operativos quienes desde tempranas horas de la mañana deben salir a las calles vistiendo indumentaria especial azul, con franjas verdes y gorra, todo para hacer cumplir con la reglamentación de control de placas, emitir memorándums y cortes de vías cuando así se lo requiera.
Las señoritas y jóvenes deben realizar el control del transporte urbano, rutas sin que puedan existir abusos por parte de choferes con servicio por tramos no autorizados y cobros indiscriminados.
“Antes había mucha hostilidad, insultos, riñas, no había diálogo, ahora ya están acostumbrados. A mí me gusta mi trabajo, yo me postulé cuando salió la convocatoria para Guardia Municipal y quise aportar a la sociedad con mi trabajo ayudando a las personas”, declaró a EL DIARIO el guardia Quispe.
Zambrana expresó que el objetivo de la Guardia Municipal sirve para mejorar el servicio, porque el ciudadano sabrá dónde abordar el automóvil y dónde hacer parar el coche, situación que en futuro mejoraría con seguridad.
“Las instituciones están haciendo el máximo esfuerzo para lograr que la ciudad esté ordenada, educar a la ciudadanía no es suficiente, si el ciudadano no acepta que hay tarifas establecidas y si paga en demasía eso no nos ayuda, ellos deben ser fuertes, no aceptar el trameaje”, finalizó Zambrana.
Pese a este panorama, los choferes son desconsiderados con los ciudadanos y entre las 8 y 10 de la noche continúan realizando los trameajes en diferentes rutas, donde lamentablemente Tránsito en vez de coadyuvar al trabajo de los guardias se hacen los de la vista gorda y simplemente se han convertido en levanta brazos para dirigir los vehículos, ni siquiera les interesan los peatones y menos tienen respeto por ellos, al final se han convertido en un espectador más en las calles de la ciudad.
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