Sunday, July 14, 2013

Líneas interprovinciales agravan el caos en mercados

Los mercados de la ciudad se han convertido en una especie de terminal para las líneas de trufis y minibuses del transporte interprovincial que operan desde allí con paradas improvisadas y bajo un escaso control, lo que agrava el caos en dicha zonas.

Según los registros de la Alcaldía, unas 60 líneas de trufis, con unas 4.000 unidades, llegan y van a distintos municipios del departamento. La mayoría tiene sus paradas en los centros de abastecimiento Los Pozos, La Ramada y Abasto, y operan no solo con autos y vagonetas, sino también con minibuses, prohibidos desde 1992 por ordenanza municipal.

El desorden mayor se da en las vías cercanas al mercado La Ramada, es decir, en los alrededores de la Intendencia Municipal, donde hay una decena de paradas de trufis que viajan hacia Warnes, Montero, Portachuelo, Yapacaní, Pailón, Okinawa, Santa Rosa del Sara, Chané, Puesto Fernández, San Julián, San Ramón, San Javier, entre otros destinos.

Circular por esta zona se torna un desafío a toda hora, pues vehículos de distintas líneas invaden las calles a la espera de pasajeros. El caos se agrava en las horas pico, cuando aumenta el número de unidades y los conductores se parquean en cualquier lado en disputa de los pasajeros. Al congestionamiento vehicular se suman los bocinazos y gritos de los choferes que tratan de ganarse así la preferencia de los usuarios.

Asimismo, desde la calle Itatines salen trufis y minibuses hacia Warnes, Colpa Bélgica y urbanizaciones ubicadas entre la ciudad y los municipios colindantes.

En Los Pozos, el punto de convergencia es la calle Suárez Arana, desde donde salen unidades a Cotoca, Cuatro Cañadas y otros municipios ubicados al este de la ciudad; mientras que desde los alrededores del Abasto hay minibuses con destino a La Guardia.

Precisamente, hace dos meses la Alcaldía cruceña libró una ‘dura batalla’ contra una línea de minibuses que llega hasta ese mercado y que exigía ingresar hasta La Ramada, lo cual no fue permitido por la comuna.

Usuarios, sin más opción

Usuarios consultados coinciden en manifestar que los trufis y minibuses son la única opción que tienen para llegar hasta la ciudad y retornar hasta sus hogares. Aunque están conformes con el servicio, piden que haya más control, pues cuando llueve pocas unidades salen a trabajar y aseguran que en ocasiones se han visto sorprendidos con el incremento del costo del pasaje, sin que nadie haga algo. “El control es casi nulo”, dijo Carmelo Martínez, que todos los días viene desde Montero.

Sin embargo, el servicio que resulta bueno para algunos ocasiona molestias a conductores, por el congestionamiento que se genera.

Alistan plan de ordenamiento

La Alcaldía cruceña anunció que se prepara una ley municipal del transporte y un estudio técnico y económico para reordenar el transporte público, que contempla el servicio interprovincial, según manifestó René Fernández, jefe de la Dirección de Tráfico y Transporte.

Por su parte, Fernando Mustafá, titular de la Secretaría de Recaudaciones (SER), dijo que este trabajo es necesario, pues las líneas de trufis interprovinciales, pese a que circulan por las calles de la capital, no tributan al municipio cruceño porque las unidades están empadronadas en sus respectivos municipios.

Sin embargo, Carlos Taborga, dirigente del sindicato 16 de Noviembre, que presta servicio a Portachuelo, manifestó que cuando renuevan su permiso anual cancelan un monto al municipio cruceño. Por su parte, Elmer Saucedo, dirigente del sindicato 24 de Septiembre de Cotoca, indicó que en su línea hay vehículos cuyos tributos se pagan en la ciudad

Para saber

Minibuses a las urbanizaciones
Han proliferado los minibuses con destino a las urbanizaciones ubicadas entre la ciudad y los municipios colindantes. En la ruta a La Guardia este servicio llega a Vallecruz, El Balcón y Barrio Lindo, situadas en el kilómetro 14, así como a Cumbre de las Américas, en el kilómetro 15.

Hacia la zona sur se dirigen a los barrios Viva Blooming y Las Américas. También sirven a las zonas alejadas del Plan Tres Mil. Lo mismo sucede con las urbanizaciones localizadas en las vías a Cotoca y Warnes.

Parada en plena rotonda
Los minibuses que van a la urbanización Las Américas ocupan la rotonda del primer anillo y calle Mercado como su parada, pues allí se estacionan para dejar y recoger pasajeros. Los usuarios que hacen fila en pleno camellón para poder subir a las unidades se quejan porque para poder volver a sus domicilios tienen que exponerse al frío y a la lluvia cuando no hay buen tiempo.

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